Los tipos de sistemas de producción agrícola

Los tipos de sistemas de producción agrícola

Los sistemas de producción agrícola consisten en un conjunto de técnicas, recursos, tecnologías y mano de obra cuyo objetivo es la producción de uno o más cultivos. Así pues, cada mecanismo de producción cuenta con características que lo hacen perfecto ante determinadas necesidades y tipos.

En efecto, los sistemas agrícolas son los principales medios de provisión de alimentos en el mundo, por lo tanto, la estructuración, así como la evolución de estos sistemas, es fundamental para la seguridad nutricional de la población. Pero, al fin y al cabo, ¿cuáles son las características de los diferentes sistemas de producción agrícola?

¡Continúa leyendo nuestro post para conocer más sobre cada uno!

Sistemas de producción agrícola

El sector agrícola es responsable de proveer el mercado, tanto interno como externo, con alimentos y materias primas que atiendan las necesidades de las industrias y de los consumidores.

Para hacer posible la producción de alimentos, se han estructurado diferentes sistemas de producción, algunos sumamente mecanizados y tecnológicos, otros más tradicionales y basados en prácticas sustentables.

A continuación, explicamos los aspectos básicos de los principales sistemas agrícolas:

Agricultura intensiva

Este sistema consiste en la base de la industria agrícola, pues permite satisfacer la alta demanda de alimentos de la población actual.

Así pues, la metodología busca sacar el máximo provecho de las superficies y de los recursos agrícolas disponibles, apoyándose en la tecnología, los recursos técnicos y en las sustancias químicas, como fertilizantes.

Hoy en día, la agricultura intensiva asume el reto de incluir las nuevas tecnologías para optimizar los procesos de producción y, al mismo tiempo, encontrar el equilibrio entre el incremento del volumen de cosecha y la conciencia ambiental.

Agricultura extensiva

A pesar de ser más sustentable, es prácticamente imposible aplicar la agricultura extensiva para aumentar la producción de agronegocios o fincas con fines industriales.

Heredada de generaciones de siglos anteriores, posibilita desarrollar metodologías, así como flujos de trabajo en pro del equilibrio entre la eficiencia y la sostenibilidad. Asimismo, promueve el uso adecuado de recursos naturales a largo plazo, con la finalidad de garantizar el futuro de la industria y de la producción.

Así pues, podemos decir que este sistema de producción agrícola favorece el desarrollo de los cultivos, aprovechando las bondades naturales, las extensiones de tierra disponibles y las características del suelo mediante la utilización de abonos y compuestos orgánicos.

Agricultura de conservación

Este sistema solamente se desarrolla cuando se aplican técnicas y principios que mejoren y conserven los recursos naturales, principalmente, el suelo. Por lo tanto, es una vertiente de la agricultura sustentable.

Gracias al enfoque sostenible, este sistema productivo modifica mínimamente la mecánica con la finalidad de estimular la calidad nutricional, la biodiversidad y la disponibilidad de superficie para la explotación agrícola a largo plazo.

Uno de los principios de la agricultura de conservación es mantener el suelo cubierto con componentes orgánicos, como residuos de cultivo. Otro aspecto importante es que promueve la diversificación de especies en los ciclos de producción mediante secuencias y variaciones de cultivos.

Monocultivos

El sistema de monocultivos fomenta la estandarización de los flujos de trabajo, así como de las diversas fases de gestión de los cultivos. Por lo cual, es sinónimo de practicidad, gran volumen de cosechas y productos de excelente calidad.

Básicamente, los monocultivos se definen como plantaciones de apenas una especie extremadamente usada en el entorno de la agricultura extensiva. Para obtener éxito, este sistema prioriza el control de plagas, la fertilización y otras medidas claves en los ciclos de producción.

Por lo general, los monocultivos demandan una gran extensión de superficies y reducen significativamente los costos de producción.

Policultivos

Consiste en un tipo de agricultura que trabaja varios cultivos en una misma superficie, mimetizando de cierto modo la diversidad de los ecosistemas herbáceos naturales y evitando la sobrecarga de las tierras agrícolas.

Considerado como uno de los principios de la permacultura, el policultivo incluye prácticas como la rotación de cultivos, cultivos intercalados, cultivos múltiples y siembra en callejones.

Es importante mencionar que la variedad ayuda a evitar la susceptibilidad a las plagas, situación que lo hace más eficiente en materia de control de enfermedades frente al monocultivo.

Agricultura de precisión

La agricultura de precisión es una estrategia que recaba, procesa y analiza detenidamente datos espaciales, temporales e individuales con la finalidad de optimizar y agilizar la toma de decisiones.

Para obtener la información en tiempo real y generar insights poderosos que ayuden a mejorar la calidad de los cultivos, adopta un amplio conjunto de tecnologías que incluye sistemas GPS, sensores e imágenes, así como sistemas de información geográfica y aprendizaje automático.

Además, de aumentar la probabilidad de alcanzar resultados financieros exitosos, la agricultura de precisión disminuye los costos de producción y permite obtener una visión holística sobre la eficiencia de los cultivos.

La información recopilada se puede utilizar para evaluar con mayor precisión las densidades de plantación óptimas, estimar los niveles de entrada apropiados y pronosticar con mayor precisión los rendimientos de los cultivos.

Agroecología

La base de la agroecología es la utilización de los procesos ecológicos en los sistemas productivos alimentarios, ya sean agrícolas, forestales o ganaderos. Así pues, este sistema combina valores ecológicos y sociales.

El principio subyacente es la biodiversidad, mediante la cual se pueden restaurar y mejorar las funciones ecológicas que sustentan la resiliencia ecológica y social de los sistemas de producción.

Los procesos ecológicos y sociales desencadenados por la producción agroecológica la posicionan como una estrategia de transformación alimentaria sostenible, incluso en crisis contemporáneas como las epidemias.

Agricultura hidropónica

La agricultura hidropónica consiste en cultivar las plantas en el medio acuático a través del suministro de nutrientes. Esta metodología presenta múltiples ventajas, como:

  • Producción bajo condiciones medioambientales limitantes;
  • Ahorro en abono y otros insumos esenciales para los suelos;
  • Alta calidad de las cosechas y de los resultados finales;
  • mayor capacidad de control y monitoreo.

Uno de los grandes ejemplos de los cultivos hidropónicos son los desarrollados en los diferentes tipos de invernaderos agrícolas: estos le dan el control total al productor y limitan el impacto de las características del medio ambiente porque permiten realizar los ciclos de cultivos en cualquier temporada.

Hoy, la agricultura en invernaderos es una de las prácticas más sofisticadas, ya que estas estructuras han abierto los brazos a la tecnología y, por consiguiente, dado paso a la automatización de sistemas de riego y calefacción, entre otras grandes innovaciones.

Agricultura de regadío

Este sistema implica el riego constante de los diferentes ciclos de cultivo con la finalidad de mantener la hidratación y la humedad necesaria para garantizar la calidad de la producción.

Entre las diferentes técnicas de agricultura de regadío, destacamos el pivote de riego, la aspersión, el drenaje, la infiltración y la inundación o sumersión. Asimismo, muchos productores emplean el riego por goteo o localizado y los surcos o arrollamientos.

Cabe destacar que para que esta práctica resulte sistemática, eficiente y mucho más económica, los agricultores se valen de herramientas de automatización, que trabajan con base en aplicaciones previamente programadas, ajustadas a las necesidades específicas de los cultivos.

¡Hemos terminado nuestra lista con los principales sistemas de producción agrícola!

Como ves, existen múltiples sistemas agrícolas. Para elegir la metodología ideal frente al tipo de cultivo que deseas desarrollar y ante las particularidades de los flujos de trabajo, necesitas evaluar muy bien las características medioambientales, el presupuesto y los objetivos de producción.

¿Te pareció interesante todo lo que leíste aquí? Nos gustaría conocer tu opinión acerca de los diferentes tipos de sistemas de producción agrícola, así que ¡no dudes en escribirnos en la casilla de comentarios! ¡Queremos saber de ti!

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