Agricultura de secano y regadío: ¿Cuáles son sus diferencias?
La agricultura de regadío y de secano se consideran dos de los sistemas de producción agrícola más utilizados en todo el mundo. Y, aunque ambos tienen el mismo objetivo, cada uno tiene características muy importantes que conviene analizar.
En este artículo abordamos todo sobre el tema y te contamos en qué consiste cada tipo.
¿Qué es la agricultura de regadío?
Es aquella que se basa en el suministro artificial de agua a los cultivos mediante distintos sistemas de riego. Es apropiada para cultivos que requieren grandes cantidades de agua para su explotación, por ejemplo el trigo, arroz, y avena.
Para obtener un alto rendimiento con este sistema, los productores hacen uso de distintas herramientas, maquinarias e infraestructuras que los ayudan a administrar los recursos hídricos, por ejemplo, pequeños embalses, barcazas, acueductos, estaciones de bombeo, entre otros.
Hoy en día, destacan técnicas como el riego por goteo y el uso de sistemas de control inteligente de riego.
10 beneficios de la agricultura de regadío
Entre los principales beneficios de la agricultura de regadío se encuentran:
- Reducción del consumo de agua: si son gestionados adecuadamente, el ahorro puede alcanzar hasta un 60%.
- Aumento en la producción y calidad de los productos;
- Mayores ingresos para los productores;
- Menores gastos por tarifa;
- Mayor eficiencia en el uso de agua.
- Las infraestructuras construidas y los equipos perduran por muchos años, lo que reduce los costos de mano de obra.
- La variedad de métodos permite que pueda aplicarse para casi cualquier tipo de relieve, incluyendo los suelos de capas más delgadas.
- Permite incrementar el resultado de la cosecha.
- Requiere de un pequeño consumo energético y es capaz de resistir a las condiciones del exterior, la luz ultravioleta y los productos químicos.
- El agrónomo puede tener en todo momento la distribución de agua bajo su control.
¿Qué es la agricultura de secano?
Este sistema de producción se considera un sistema temporal de agricultura, pues no depende de un suministro artificial. Así pues, los productores no contribuyen a la irrigación de los cultivos, sino que emplean exclusivamente el agua de lluvia. De esta forma, la siembra se planifica y gestiona con base en estas dinámicas naturales.
Básicamente, consiste en adoptar técnicas naturales para aprovechar, preservar y aplicar las precipitaciones y la humedad de los suelos en los cultivos.
Los productores se caracterizan por no utilizar herramientas, tecnologías o procedimientos de riego artificial. ¡La contraparte del sistema de regadío!
¿En qué casos es conveniente la agricultura de secano?
Los cultivos de secano generalmente son plantaciones de monocultivos en lugares semisecos (donde las precipitaciones no superan los 500 mm al año).
El trigo es uno de los cultivos más populares, pero también destacan los cultivos leñosos (olivo, pistacho, vid), las legumbres y hortalizas, y los cereales.
Ventajas y desventajas de la agricultura de secano
Las principales ventajas de la agricultura de secano son el aumento en la fertilidad del suelo (que favorece a su conservación) y el hecho de que es una excelente alternativa ante la escasez de agua.
Además, requiere de una menor inversión en tecnología, poca mano de obra, ayuda a ahorrar agua y evita el deterioro del suelo relacionado con malas prácticas de riego.
En cuanto a sus desventajas, la principal es la vulnerabilidad durante periodos de sequía. Además, los resultados de la siembra pueden ser impredecibles y se asocia a una menor productividad que su contraparte.
Principales diferencias entre la agricultura de secano y regadío
Tipo de suelos
Como se mencionó previamente, la agricultura de secano generalmente se lleva a cabo en zonas semisecas que cumplan con ciertas condiciones de acumulación de agua.
Por otro lado, la agricultura de regadío puede adaptarse a casi todo tipo de suelos, debido a que logra un rendimiento uniforme gracias al uso de las tecnologías. Estas herramientas ayudan a adaptarse con mayor facilidad a las condiciones y variaciones del suelo y el clima, representando una poderosa ventaja.
Uso de sistemas artificiales y tecnologías
La agricultura de secano no utiliza ningún tipo de herramienta artificial para llevarse a cabo.
En contraste, la agricultura de regadío hace uso de estos sistemas y tecnologías para beneficio de las plantaciones, incluyendo innovaciones como sensores, internet de las cosas (IoA), inteligencia artificial, entre otros. Esto implica una mayor inversión económica para los productores, pero con una garantía de mejores índices de productividad y rentabilidad.
Niveles de productividad
En el caso de la agricultura de secano, los cambios climatológicos pueden tener serias repercusiones en las plantaciones, lo que conlleva pérdidas económicas más grandes.
En cambio, la agricultura de regadío ayuda a aumentar la producción y la calidad de los productos, gracias a las ventajas que ofrece la tecnología y los sistemas utilizados. De esta forma, es posible alcanzar mayores niveles de productividad.
¡Esto es todo!
Antes de finalizar es importante resaltar que en la agricultura de regadío la inversión suele ser alta, y depende de las características del terreno y del tipo de la planta que se cultivará.
Además, requiere conocimientos sobre:
- Cálculo de costos de agua;
- procedimientos;
- entendimiento sobre estructuras e instalaciones.
Si la agricultura de regadío se realiza correctamente, es un tipo de agricultura realmente beneficiosa, y si se complementa con la acción de la lluvia, podrás favorecer el desarrollo de tus cultivos y su productividad.
¿Qué opinas de la agricultura de regadío? ¿Tienes alguna duda o comentario referente al tema? ¡Déjalo en la casilla de abajo!