Qué es el secuestro de carbono y cómo puede ser aprovechado en la agroindustria

El secuestro de carbono es una novedosa técnica que puede ponerse en práctica en la agricultura para lograr una labor más sustentable en el campo. De hecho, marca la pauta cuando se trata de la preservación de suelos y el cuidado del medio ambiente.

Quizás no lo sabías, pero la agricultura es la responsable de hasta el 23% de los gases de efecto invernadero que se generan en todo el planeta, los cuales impiden la salida del calor y como consecuencia el aumento de la temperatura global.

Además, el mundo necesita producir alimentos para más de 8 mil millones de personas, así que la labor agrícola tiene la misión de crecer.

Pero esto no significa que tengan que generarse más gases de efecto invernadero. El plan es ejecutar acciones que hagan de esta una actividad más sustentable. Es aquí donde prácticas como el secuestro de carbono entran en juego.

¿Qué es el secuestro de carbono?

Consiste en la remoción a del dióxido de carbono que se acumula en la atmósfera y su almacenamiento a largo plazo en forma de materia orgánica en el suelo.

Cuando lo llevamos a la actividad agrícola, una parte del carbono atmosférico que fijan las plantas se exporta al momento de la cosecha. Sin embargo, una fracción de este puede colocarse en la tierra en forma de residuos vegetales.

Te sorprenderá saber que esta actividad es capaz de frenar el calentamiento global y las consecuencias del cambio climático. De allí que, hoy, en la agricultura se le dé tanta importancia.

Principios fundamentales del secuestro de carbono

La cantidad de carbono que puede acumularse en el suelo depende de una serie de factores como la formación del mismo, el clima, el tipo de cultivo, los nutrientes del suelo, la deforestación, el sobrepastoreo, entre otros.

Para fijar cantidades importantes de carbono, existen tres procesos o principios fundamentales:

Químicos: Se realiza la captura de CO₂ utilizando disolventes químicos, entre ellos el metilaminoetanol.
Físicos: Consiste en absorber y separar las membranas de los gases, a través de procesos como la bioenergía, almacenamiento oceánico o el secuestro geológico.
Biológicos: Se trata de un método natural en el que, a través del uso de la tierra, se incrementa la tasa de fotosíntesis.

En los suelos agrícolas, la pérdida de carbono es la consecuencia de la erosión y mineralización de materia orgánica, así que aplicar prácticas sustentables es clave para revertir la situación.

¿Cómo puede ser aprovechado en la agricultura?

Para que esta práctica sea efectiva, en la agricultura es indispensable realizar cambios en el modelo tradicional del trabajo de la tierra. La idea es que se aporte una mayor cantidad de materia orgánica a los terrenos.

¿No sabes cómo hacerlo? Estas son las prácticas que te permitirán aprovechar en la agricultura el secuestro de carbono:

1. Labranza de conservación

Se trata de sembrar los cultivos con mínimo laboreo o colocar las semillas directamente sobre los residuos de la cosecha anterior.

Con técnicas de labranza de conservación se oxida menos materia orgánica en el suelo y, por lo tanto, la temperatura de este tiende a descender. Como actividad para una agricultura más sustentable incrementa la cantidad de carbono orgánico del suelo.

2. Rotación de los cultivos

Consiste en sembrar sucesivamente diferentes cultivos en un mismo terreno, de esa manera se hace un mejor aprovechamiento de los nutrientes y se evitan enfermedades en la tierra.

Con la rotación de la siembra se mantiene una cubierta vegetal que permite aumentar el carbono orgánico en los suelos y reducir las emisiones totales de los gases de efecto invernadero.

3. Cultivos de cobertura

Nos referimos a la siembra de plantas que cubren el terreno. Estas son adicionales a las siembras primarias y, en la mayoría de los casos, no están destinadas para el comercio o para el consumo humano.

El objetivo de estos cultivos es mejorar las condiciones del suelo para aumentar su productividad y la eficiencia de la agricultura intensiva.

Además, se ha determinado que es una práctica hábil para el secuestro de carbono. Esto es posible, porque los cultivos de cobertura son capaces de mejorar la fertilidad microbiológica, química y física de los suelos, producen más materia seca y de gran calidad.

Bajo esta técnica, una de las mejores maneras de secuestrar el carbono es optar por los cultivos de cobertura en la época de invierno, así se protege el suelo y se aumenta la materia orgánica.

4. Mejorar la fijación orgánica de nitrógeno

El nitrógeno es clave en la agricultura y la fijación orgánica se basa en transformar este nutriente atmosférico en compuestos más reactivos que favorecen el crecimiento y desarrollo saludable de las plantas. A su vez, permite capturar más carbono y así contribuir con la naturaleza.

Para lograr este objetivo, la recomendación es la siembra de leguminosas, alfalfa, trébol, vezas, guisantes, judías y legumbres.

Estas son las formas más sustentables y efectivas de capturar más carbono. Sin embargo, hay otras técnicas que también pueden ponerse en práctica como:

Aplicación de compost, abono orgánico y estiércol en los suelos;
evitar quemar los residuos de los desechos de cultivos;
darle una oportunidad a la agroforestería;
integrar cubiertas vegetales en viñedos y huertos frutales.

Cualquiera de estos métodos crean una barrera protectora entre el suelo y la atmósfera, favoreciendo el secuestro de carbono y permitiéndole al terreno dar su máximo potencial.

Importancia del secuestro de carbono para la agricultura

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sostiene que en los últimos siglos el desarrollo agrícola ha agotado las reservas de carbono. Por esta razón es tan importante que se realicen prácticas sustentables que minimicen el impacto generado en el medio ambiente. Al recuperar los suelos degradados es posible: