suelos degradados

¿Cómo recuperar los suelos degradados?

Actualmente, la degradación del suelo es un problema ambiental grave, ya que los suelos son recursos naturales que necesitan de un período de tiempo muy largo para formarse y, consecuentemente, para recuperarse.

Se considera que un suelo está degradado cuando sus características biofísicas se ven afectadas por una combinación de procesos, tales como la contaminación, inducidos por el hombre de manera indeseable o perjudicial.

El suelo, por su parte, es un recurso importantísimo para el desarrollo de la vida en el planeta, ya que de él se extraen nutrientes, agua y minerales para las plantas y árboles que nos brindan oxígeno y alimento. Además, almacena carbono y son el hogar de miles de insectos, bacterias, animales y microorganismos necesarios para el equilibrio del ecosistema.

Entonces, si estás pensando en estrategias para recuperar suelos degradados y no sabes exactamente cómo empezar, aquí te daremos una lista de consejos y buenas prácticas que ayuden al cuidado y sanación de la tierra.

¡Vamos!

¿Por qué es importante cuidar los suelos?

Antes de comenzar con los consejos, es pertinente dejar en claro la importancia del cuidado de los suelos. Como bien habíamos dicho, el suelo es un recurso natural que nos brinda vida, es por eso que es elemental restaurar un suelo degradado cuanto antes.

Esto es así porque, de no ser tratado, el suelo perderá su vida dejando al descubierto la roca madre y comenzando así el período de desertización.

Por otro lado, esta desertización es un factor gravísimo en relación con el calentamiento global y el cambio climático porque los suelos que dejan de ser fértiles pierden la capacidad de almacenar dióxido de carbono y retener agua, haciendo que las sustancias tóxicas impacten directamente sobre la atmósfera terrestre.

Además, un suelo degradado también tiene gran incidencia sobre la agricultura, disminuyendo la cobertura vegetal y la productividad agrícola. De hecho, en el mundo existen más de 2 mil millones de hectáreas que podrían ser recuperadas para impedir la deforestación.

Es por eso que aquí queremos compartirte una lista de consejos para que, no solo mejores tu productividad, sino que también puedas cuidar al medio ambiente y la tierra que habitamos generando un equilibrio sano.

¡Vamos a ello!

1. Aplica enmienda orgánica

Cuando un suelo se encuentra degradado tiene baja productividad biológica, es decir que carece de materia orgánica y actividad microbiana. Esto también le quitará su capacidad fértil y, por ende, evitará el proceso de crecimiento vegetal.

En estos casos, lo mejor es recuperar el suelo a partir de la incorporación de una enmienda orgánica. Esta es una mezcla de sustancias de carácter mineral u orgánico que se incorpora al suelo para modificar positivamente sus características físicoquímicas y sus procesos microbiológicos. De hecho, estas reacciones inducidas aumentarán la retención de agua, la infiltración, la porosidad y la estabilidad del suelo.

Este tipo de materia es comúnmente obtenida de los residuos sólidos orgánicos urbanos, ya que estos son abundantes, de bajo costo, permanentemente disponibles y sus efectos perduran durante un período extenso de tiempo.

Sin embargo, estos residuos deben ser tratados para dejar de ser contaminantes. Es por eso que para ser utilizados en el sector agrícola es necesario someterlos a un proceso de compostaje para convertirlos en materia orgánica estable rica en nutrientes asimilables por las plantas y aplicables al suelo sin riesgo de toxicidad.

2. Suministra micorrizas

El término micorriza hace referencia a la asociación simbiótica entre hongos y raíces, es decir que se nutren recíprocamente. De esta manera, no solo estarás nutriendo los cultivos, sino también el suelo y la conversación de la diversidad biológica del mismo, elemental para su correcta subsistencia.

Quienes producen micorrizas son ciertos hongos, de los cuales cabe mencionar que son unos de los principales microorganismos que ayudan al desarrollo de la vida biológica. A partir de ellos mejora la absorción de agua y nutrientes y, además, evita situaciones de estrés tales como la sequía, la salinidad o, incluso, el control de plagas.

En síntesis, estos hongos contribuyen a la formación de estructuras que hacen a la calidad y estabilidad del suelo. De esta manera, los hongos micorrizógenos aportan a una agricultura sostenible y pueden ser aplicados a actividades agrícolas variadas como:

  • Producción de plantas en viveros
  • Cultivo de tejidos
  • Regeneración de áreas degradadas

3. Desarrolla una bio-regeneración

La bio-regeneración es un cambio de paradigma agronómico en donde se utiliza un paquete tecnológico hecho a medida dependiendo de la función genética específica de cada suelo. Es una nueva forma de cultivar pensada desde el primer momento.

Esto es así porque lo que le suceda a la planta luego afectará al mismo suelo, ya que es sabido que los problemas de productividad y sanidad de los cultivos agrícolas tienen una incidencia directa en los desequilibrios del ecosistema. Aplicando un tratamiento especial para cada suelo evitará que se dañe la sustentabilidad real del mismo y sus plantas.

En resumen, la bio-regeneración es una tecnología con principios agroecológicos que abarca los siguientes objetivos:

  • Producción de cultivos con el menor impacto ambiental posible
  • Sanación de suelos con diversas patologías
  • Balance del ecosistema biótico

En resumen, los cambios negativos en las características físicas, químicas y biológicas de los suelos incrementan la vulnerabilidad ante factores erosivos y destructores del suelo llevándolo a la muerte y la deserción.

Un suelo nutrido y fuerte posee un equilibrio entre todos sus componentes para poder seguir cumpliendo sus funciones naturales. Si este equilibrio es roto comenzarán a desarrollarse procesos catastróficos de deterioro y destrucción.

Si bien las causas pueden ser variadas, las más comunes se asocian a la sobreexplotación agrícola en manos del hombre. Por eso, es muy importante generar consciencia y comenzar a cuidar y preservar nuestros suelos para mantener su correcta fertilidad, provisión de alimentos y agua y reducción de desastres naturales. ¿Qué estás esperando para sanar tus suelos?

Si te gustó nuestro artículo y quieres saber más sobre cómo ayudar al medio ambiente mientras sigues desarrollando tus cultivos, te invitamos a leer este otro sobre cambio climático y agricultura para estar al tanto de los impactos y los retos que aún quedan por solucionar. ¡Adelante!

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