Conozca el cálculo de fertilización en maíz
Si quieres obtener espigas sanas y elotes con mayor rendimiento, saber cómo se hace el cálculo de fertilización en maíz es un paso imprescindible para optimizar la salud y productividad en este tipo de cultivos.
Conocer la cantidad adecuada de fertilizante en tus campos de maíz ayudará a que tus plantas reciban una nutrición óptima, evitando el riesgo de carencias o excesos en su crecimiento.
Ya sea que tus cultivos estén destinados al consumo humano o para el ensilado de maíz requerido para la alimentación animal, lo cierto es que el cálculo de fertilizantes por hectárea es un factor que siempre hay que tener presente.
Para ayudarte a establecer cuántos kilos de abono por hectárea de maíz necesitas calcular y cuántas fertilizadas se le da al maíz, mejor sigue leyendo. Enseguida te explicaremos cómo debes realizar este proceso.
¿Cómo se calcula la dosis de fertilización?
Aplicar la dosis de fertilizantes para cultivos de maíz requiere de ciencia y el manejo de la terminología básica. Para llevar a cabo este proceso, es fundamental tener en cuenta los siguientes aspectos clave:
- Tasa requerida de aplicación de nutrientes: este primer componente establece la cantidad exacta de nitrógeno, potasio y fósforo que tus cultivos necesitan por hectárea. Expresada comúnmente en kg/ha o lbs/acre, esta tasa se determina considerando factores como los requisitos específicos del cultivo, el análisis del suelo y otros parámetros cruciales.
- Grado/composición del fertilizante: la etiqueta del fertilizante revela su composición en términos de porcentajes de nitrógeno, fósforo y potasio. Comprender estos números es esencial para tomar decisiones informadas sobre la selección y proporciones adecuadas del fertilizante.
- Área del campo: la extensión de tu terreno agrícola es un factor determinante. La dosis de fertilización se calcula en función de la superficie que deseas cubrir con nutrientes esenciales. Esto es lo que permitirá maximizar la salud y rendimiento de tus cultivos.
Aparte de esto, también es importante saber cómo se expresan los nutrientes, ya sea en forma elemental o de óxido. Mientras el fósforo se presenta como P2O5 y el potasio como K2O, el total de nitrógeno, azufre y micronutrientes se señalan en su forma elemental (P, K, Ca, Mg).
Cálculo de tasas de aplicación en fertilizantes sólidos y líquidos
A la hora de aplicar los productos de fertilización en el maíz, el cálculo también dependerá de si son sólidos o líquidos. Veamos:
Fertilizantes sólidos
Para determinar la tasa de aplicación del fertilizante sólido, puedes utilizar esta fórmula:
- Tasa de aplicación del fertilizante = tasa necesaria de aplicación de nutriente x 100 entre (/) el % del nutriente en el fertilizante.
Por ejemplo: un agricultor tiene un campo de 8 hectáreas y desea aplicar 60 kilos de nitrógeno. Utiliza Urea de 46-0-0.
Con el uso de la fórmula, sería: TA = N x 100/C.
Es decir, TA = 60 x 100/46 ≈ 130.4 kg
En este caso, el agricultor necesitaría aplicar aproximadamente 130.4 kilos de Urea para cumplir con los requerimientos de nitrógeno en sus cultivos.
Fertilizantes líquidos
El cálculo para fertilizantes líquidos involucra la densidad del fertilizante, ya que el contenido de nutrientes se expresa en porcentaje en peso.
La fórmula es:
- Tasa de aplicación del fertilizante = tasa que se necesita de aplicación del nutriente x 100 entre (/) el % del nutriente en el fertilizante x densidad del fertilizante.
Ejemplo: Un productor desea aplicar 20 kilos de nitrógeno utilizando UAN 30-0-0, que tiene una densidad de 1.2 kg/litro.
Como la fórmula se expresa así: TA = N X 100 / (C X P), el cálculo lo haríamos de esta manera:
TA = 20 x 100/30×1.2 ≈ 55.6 litros.
Esto significa que el productor necesitará aplicar, aproximadamente, 55.6 litros de UAN 30-0-0 para satisfacer la necesidad de 20 kilos de nitrógeno.
Cómo leer la etiqueta del fertilizante
La etiqueta del fertilizante revela la composición y concentración de nutrientes clave. Estos son los elementos esenciales que debes conocer al leer esta etiqueta:
Estructura del grado del fertilizante
El grado de un fertilizante se expresa comúnmente con tres números que representan la concentración de nitrógeno (N), fósforo (P), y potasio (K), respectivamente.
Estos números, conocidos como el análisis del fertilizante, son fundamentales para entender su contenido nutricional.
Por ejemplo, si utilizas un fertilizante de grado 13-10-27, esto quiere decir que contiene un 13% de nitrógeno, 10% de fósforo en forma de P2O5, y 27% de potasio en forma de K2O.
Fósforo y potasio en forma de óxido
En la mayoría de los países, el contenido de fósforo y potasio se presenta en forma de óxido, no en su forma elemental.
Es común ver la denominación N-P2O5-K2O en lugar de N-P-K. Este detalle es crucial al calcular las tasas de aplicación, ya que las fórmulas deben ajustarse a la forma de óxido.
Limitaciones del grado
Aunque el grado proporciona información valiosa, no brinda una imagen completa del fertilizante.
Es esencial revisar la etiqueta completa, puesto que el producto posiblemente contenga nutrientes adicionales no señalados en el grado. Tomemos como ejemplo el sulfato de amonio con un grado de 21-0-0.
Aunque podría parecer que solo aporta nitrógeno, el fertilizante también contiene azufre, por lo que es importante evaluarlo más detalladamente.
Consideraciones sobre el porcentaje de nitrógeno
El porcentaje de nitrógeno en el grado se refiere al total del nitrógeno, sin proporcionar detalles sobre las formas específicas presentes, como amonio, nitrato o urea. Para obtener esta información detallada, es crucial revisar el análisis garantizado del fertilizante.
Este análisis desglosa las formas disponibles de nitrógeno, proporcionando una comprensión más profunda de cómo este nutriente beneficiará tus cultivos.
¿Cuántos kilos de fertilizante por hectárea de maíz?
Realizar el cálculo de fertilizantes por hectárea de maíz es determinante para el crecimiento óptimo de los cultivos.
A continuación, te daremos algunas recomendaciones técnicas del Inifap sobre fertilización y las mejores prácticas, considerando los nutrientes esenciales, las cantidades según el tipo de suelo y las distintas etapas del desarrollo del maíz.
Principios básicos
Los nutrientes esenciales para el crecimiento del cultivo son nitrógeno (N), fósforo (P), y potasio (K).
La regla de oro inicial establece que se necesitan 20 kilos de nitrógeno por cada tonelada de grano cosechada.
Por lo tanto, si se proyecta un rendimiento de 12 toneladas por hectárea, esto se traduce en la aplicación de 240 kilos de N al suelo. Por otro lado, si se emplea urea como fuente, la cantidad sería de 521 kilos por hectárea.
Recomendación general de dosis de fertilizante
La dosis de fertilizante general recomendada para maíz es de:
- Nitrógeno (N): entre 45 y 90 kilogramos por hectárea.
- Fósforo (P): entre 30 y 45 kilogramos por hectárea en forma de óxido.
- Potasio (K): 30 kilogramos por hectárea en forma de óxido.
Al manejar estas cantidades, se recomienda fraccionar la aplicación de nitrógeno en tres momentos y aplicar la totalidad de fósforo y potasio en la primera aplicación de nitrógeno durante la siembra.
Cantidades recomendadas según el tipo de suelo
- Suelos arenosos:
- Nitrógeno (N): 40-80 kg/ha
- Fósforo (P): 20-40 kg/ha
- Potasio (K): 20-40 kg/ha
- Suelos francos:
- Nitrógeno (N): 80-120 kg/ha
- Fósforo (P): 40-60 kg/ha
- Potasio (K): 40-60 kg/ha
- Suelos arcillosos:
- Nitrógeno (N): 120-160 kg/ha
- Fósforo (P): 60-80 kg/ha
- Potasio (K): 60-80 kg/ha
Cantidades recomendadas según las etapas de desarrollo
- Presiembra: aplicar fertilizantes con una proporción equilibrada de NPK según las recomendaciones del tipo de suelo.
- Siembra: añadir una mayor proporción de fósforo para fomentar el desarrollo de raíces.
- Desarrollo vegetativo: incrementar la aplicación de nitrógeno para estimular el crecimiento de la planta.
- Floración: continuar con la aplicación equilibrada de NPK y ajustar según los resultados de análisis de suelo.
- Precosecha: reducir la aplicación de nitrógeno y enfocarse en mantener niveles adecuados de fósforo y potasio para la formación del grano.
Estas cantidades son orientativas y deben ajustarse según los análisis de suelo específicos de cada área.
Además, se recomienda el fraccionamiento de la aplicación de nitrógeno para evitar pérdidas y maximizar la eficiencia del fertilizante.
Recuerda que la asesoría de un agrónomo y la adaptación a las condiciones locales son claves para una fertilización exitosa.
Importancia del análisis de suelo
Para determinar las necesidades específicas de nutrientes, es vital realizar un análisis de suelo.
Este examen proporciona información detallada sobre la composición y las deficiencias nutricionales presentes, permitiendo ajustar las cantidades y tipos de fertilizantes según los requisitos del suelo y las etapas de desarrollo del maíz.
¿Cuántas fertilizadas se le da al maíz?
- Primera fertilización: se aconseja entre los 8 y 10 días de germinado del maíz utilizando una fórmula triple como 15-15-15 o 16-20-0. La clave radica en sembrar el abono para maximizar su efectividad en el cultivo.
- Segunda fertilización: la segunda aplicación, preferiblemente con Sulfato de Amonio, se realiza entre los 25 y 30 días después de la germinación. Aunque no requiere ser sembrada, es vital contar con suficiente humedad en el suelo para una rápida disolución del abono.
- Tercera fertilización: la tercera fertilización con Urea se lleva a cabo entre los 40 y 45 días del desarrollo del maíz. Aunque la siembra no es esencial, la presencia de humedad facilita la descomposición del abono, asegurando una asimilación efectiva por parte del cultivo.
- Optimización del manejo: en condiciones de buen manejo, especialmente evitando quemas en el terreno y conservando los rastrojos del cultivo anterior, a menudo dos fertilizadas resultan suficientes. Esto destaca la importancia de mantener prácticas agrícolas sostenibles como la asociación de cultivos y que facilitan un rendimiento eficaz.
Maximice su siembra
Desde la elección de los nutrientes hasta el momento preciso de la aplicación, cada decisión influye en el cálculo de fertilización en maíz y, por lo tanto, en su salud y rendimiento por hectárea.
Así que, recuerda la importancia de las dosis de fertilizantes para cultivos, adaptando cada estrategia a las necesidades específicas de las distintas etapas de crecimiento.
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