¡Todo lo que necesitas saber sobre los fertilizantes agrícolas!

Si estás aquí, es probable que conozcas la importancia de nutrir tus cultivos para evitar las causas de la degradación del suelo y obtener cosechas saludables y abundantes. Pero, como bien sabemos, no siempre es tan fácil como plantar y esperar a que la naturaleza haga su magia. 

A menudo nos enfrentamos a desafíos como suelos empobrecidos, condiciones climáticas cambiantes y la necesidad constante de optimizar nuestros métodos agrícolas para prevenir las causas de la degradación del suelo. 

Por esa razón, aquí te explicaremos cuáles son los principales fertilizantes que se emplean en la agricultura, cuántos tipos hay y qué es el abono 15-15-15.

¿Cuáles son los fertilizantes más usados en la agricultura?

Existen diversos tipos de fertilizantes, cada uno con sus propias virtudes y desafíos, pero estos son los más usados en la agricultura para contrarrestar las causas de la degradación del suelo: 

Fertilizantes orgánicos 

Comúnmente conocidos como abonos, los fertilizantes orgánicos provienen de fuentes animales o vegetales. Aunque sus nutrientes son menos solubles, lo que implica una absorción más lenta por parte de las plantas, ofrecen ventajas significativas. 

Por ejemplo, su uso mejora la calidad del suelo, fomenta la retención de agua y nutrientes, y es especialmente apreciado en la agricultura ecológica. Ejemplos notables incluyen estiércol, compost y abonos verdes.

Fertilizantes químicos 

Los fertilizantes químicos suelen proporcionar resultados rápidos y visibles, y contribuyen de manera efectiva a mejorar la salud de las plantas y aumentar la producción de cosechas. 

Sin embargo, su uso requiere precaución y eficacia. 

Biofertilizantes

Los biofertilizantes son fertilizantes que contienen microorganismos vivos. De manera similar a los fertilizantes orgánicos, son apreciados en la agricultura ecológica debido a su respeto por el medioambiente. 

Por otro lado, estos microorganismos contribuyen a mejorar la salud del suelo y promover un ambiente propicio para el crecimiento de las plantas. 

Bioestimulantes 

En la categoría de bioestimulantes, también encontramos microorganismos, pero con un propósito diferente. A diferencia de los biofertilizantes, aquí los microorganismos no actúan como nutrientes, sino que estimulan el crecimiento de las plantas

Esta innovadora aplicación se ha vuelto relevante en la optimización de los cultivos, ofreciendo un enfoque distinto para mejorar la productividad.

¿Cuántos tipos de fertilizantes hay y cuáles son?

La amplia diversidad de fertilizantes de todo tipo permite a los agricultores adaptarse a las necesidades específicas de sus cultivos, evitando así las causas de la degradación del suelo.

A continuación, veamos 10 tipos de fertilizantes ampliamente usados: 

  1. Fertilizantes nitrogenados: son esenciales para el crecimiento verde y vigoroso de las plantas. Además, promueven el desarrollo de hojas y tallos. Ejemplos: urea, nitrato de amonio.
  2. Fertilizantes fosfatados: ricos en fósforo, vital para el desarrollo de raíces y flores. Mejoran la transferencia de energía y la formación de tejidos. Ejemplos: superfosfato simple, fosfato diamónico.
  3. Fertilizantes potásicos: aportan potasio, crucial para la resistencia a enfermedades y desarrollo de frutos. Además, mejoran la calidad de los cultivos y la tolerancia al estrés. Ejemplos: sulfato de potasio, cloruro de potasio.
  4. Fertilizantes complejos (NPK): equilibran nitrógeno, fósforo y potasio en proporciones específicas, y se adaptan a las necesidades específicas de diferentes cultivos y etapas de crecimiento. 
  5. Fertilizantes de liberación lenta: proporcionan nutrientes de manera gradual a lo largo del tiempo. Reducen la lixiviación y minimizan el riesgo de sobrealimentación. Ejemplos: recubrimiento de urea, sulfato de liberación lenta.
  6. Fertilizantes de microelementos: enriquecidos con micronutrientes como hierro, zinc y manganeso. Corrigen deficiencias específicas y mejoran la salud general de las plantas.
  7. Fertilizantes líquidos: se presentan en forma líquida para una aplicación rápida y precisa. Son especialmente útiles en condiciones de suelo desfavorables.
  8. Fertilizantes de urea: fuente de nitrógeno de liberación rápida. Ideales para impulsar el crecimiento inicial y mejorar la coloración de las hojas. Se deben aplicar cuidadosamente para evitar pérdidas por volatilización.
  9. Fertilizantes de azufre: aportan azufre esencial para la síntesis de proteínas y fotosíntesis. Corrigen deficiencias de azufre en suelos y mejoran la calidad de los cultivos. Ejemplos: sulfato de azufre, yeso agrícola.
  10. Fertilizantes de calcio y magnesio: cruciales para el fortalecimiento celular y la fotosíntesis. Previenen deficiencias que afectan la calidad de los frutos. Ejemplos: nitrato de calcio, sulfato de magnesio.

¿Qué es y para qué sirve el fertilizante?

Los fertilizantes son sustancias ricas en nutrientes que desempeñan un papel fundamental al mejorar la calidad del suelo, proporcionando así las condiciones ideales para el crecimiento saludable de las plantas. 

En términos sencillos, las plantas requieren varios nutrientes presentes en el suelo para desarrollarse fuertes y sanas. Estos nutrientes son absorbidos por las raíces de las plantas, y es aquí donde entra en juego la importancia de los fertilizantes. 

Estos insumos agrícolas brindan a los suelos las sustancias beneficiosas y vitales necesarias para un crecimiento agrícola robusto y productivo.

Por lo que, al proporcionar nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio y otros elementos esenciales, los fertilizantes garantizan que las plantas tengan acceso a los elementos fundamentales para su desarrollo.

¿Qué significa abono 15 15 15?

La designación “15-15-15” en un abono se refiere a la proporción de nutrientes esenciales que contiene, expresada en porcentajes.

Cada número representa el porcentaje de contenido de uno de los tres nutrientes primarios: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) en ese orden.

  • Nitrógeno (N): el primer número, en este caso, “15”, indica que el abono contiene un 15 % de nitrógeno. El nitrógeno es vital para el crecimiento vegetativo, la formación de hojas y el color verde intenso de las plantas.
  • Fósforo (P): el segundo número, también “15”, indica que el abono tiene un 15 % de fósforo. El fósforo es clave para que las raíces se desarrollen con fuerza, así como para la formación de frutos y floración.
  • Potasio (K): el tercer número, nuevamente “15”, representa el 15 % de potasio en el abono. El potasio contribuye a la resistencia de las plantas a enfermedades, al desarrollo de frutos y a la regulación del agua.

Innove en su agricultura 

Desde los fertilizantes nitrogenados que impulsan el crecimiento inicial hasta los complejos NPK que equilibran a la perfección, nitrógeno, fósforo y potasio, cada tipo de fertilizante cumple una función específica y, en conjunto, son esenciales para la nutrición vegetal, el rendimiento y la salud de los cultivos.

Ahora que sabes cuáles son los fertilizantes más usados y sus aplicaciones, puedes fortalecer tus cultivos y tener una cosecha exitosa

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