Cultivo de algodón: Desde la siembra hasta la recolección, todo lo que debes saber
La siembra de algodón ocupa un lugar predominante tanto a nivel económico como social. Desde antaño, la humanidad utiliza esta materia prima para confeccionar las prendas de vestir. De hecho, se sabe que los aborígenes de América ya elaboraban sus atuendos con este producto.
Desde entonces, el cultivo de algodón ha acompañado el desarrollo de la sociedad y, en la actualidad, se usa de múltiples maneras. Está presente en la producción textil, en cosméticos, alimentos, y hasta en combustibles.
Sin embargo, la siembra ha cambiado con el tiempo. La producción y el cultivo de algodón tuvo un giro extraordinario tras la disposición de equipos agrícolas que ofrecen una mejor respuesta a la gran demanda que tiene hoy en día.
Si consideramos que Brasil y Argentina son los dos productores de algodón más representativos de Latinoamérica y, que el primero se encuentra entre los 5 mayores productores con un 15.2% de participación y aportando el 11% de las exportaciones, es claro que vivimos una época de crecimiento de este cultivo en la región.
Por ello, en este artículo, exploraremos todo acerca de la siembra de algodón y cómo afrontar los desafíos que presenta la planta de algodón en cada etapa del ciclo de cultivo, desde la preparación del suelo para la siembra hasta la recolección y el manejo poscosecha.
Preparación del suelo y siembra
En líneas generales, el algodón puede germinar en suelos que se encuentran drenados, pero lo ideal son los suelos arenosos para obtener altos rendimientos.
Lo más importante es contar con una superficie arcillosa en la que se constate la presencia de materia orgánica y, en forma moderada, elementos como nitrógeno y fósforo. Sin embargo, existen otros aspectos claves a tener en cuenta:
Selección del terreno adecuado para el cultivo de algodón
Un suelo ideal para la siembra de algodón debe ser franco arenoso, rico en arcilla y materia orgánica. Los suelos limosos también funcionan bien, especialmente por su buena retención de agua.
Aquí, lo más importante es escoger un terreno bien drenado, ya que el algodón crece prácticamente en cualquier lugar con buen drenaje.
Selección de semillas y variedades de algodón
Luego de elegir el terreno adecuado, viene el proceso de selección de las semillas, donde hay que eliminar las que no se desean sembrar. Los entendidos llaman a esta labor “el clareo”, que consiste en separar cualquier semilla que no sea adecuada.
Las principales variedades de semillas para la siembra de algodón que existen en el mercado son:
- JUNCAL: Una de las más utilizadas y la que ha demostrado mayor probabilidad de éxito en casi todos los suelos.
- FILIA: Se trata de una nueva generación de algodón con una gran calidad de fibra, adaptabilidad y fructificación.
- SOLERA: Una semilla que ofrece gran capacidad de carga y excelente remate, haciéndola perfecta para altas producciones.
- DP377: Esta se destaca, especialmente, por su tolerancia al verticillium y su facilidad de manejo.
- DP332: Por último, esta variación de semilla se caracteriza por su precocidad y capacidad de producción masiva.
Técnicas de siembra
En la última etapa de la siembra de algodón viene, precisamente, su proceso de sembrado, que está estrechamente determinado por la existencia de agua y las características de la tierra.
Con estos factores en consideración, lo que queda es aplicar una técnica de sembrado eficaz, considerando estos aspectos:
- Equipo adecuado: Utiliza una sembradora adecuada para distribuir las semillas uniformemente a la profundidad correcta.
- Estructura de la siembra: Siembra a la distancia apropiada para permitir un crecimiento saludable de las plantas.
- Cobertura: Cubre las semillas con una capa fina de tierra y compacta ligeramente.
Manejo del cultivo durante el crecimiento
Si pensabas que prestar atención a la siembra de algodón es lo último que necesitarías para tener cultivos saludables, debes saber que es solo el principio. El manejo del cultivo durante su desarrollo representa una de las etapas más cruciales para obtener una fibra de algodón adecuada para el mercado.
En esta fase, resaltan tres etapas fundamentales para gestionar el crecimiento de la planta:
Prácticas de riego
Como ya mencionamos, el algodón puede crecer en casi cualquier tipo de suelo con el drenaje correcto, sin embargo, la temperatura ideal para la germinación de la semilla de algodón oscila entre los 14 °C y 20 °C.
Una vez que comienza el periodo de floración se requiere de una temperatura que debe ubicarse entre 20 °C y 30 °C. Pero, ¿qué pasa si no se alcanza este requisito? Aquí el riego surge como el salvador.
Es esencial contar con la debida provisión de agua, porque cuando hay exceso de calor, la planta tiende a transpirar. En ese sentido, los riegos son aconsejables en dosis de 4.500 y 6.500 m³/ha, especialmente cuando el trabajo se realiza en grandes áreas cultivadas.
Fertilización y manejo de nutrientes
Para lograr un desarrollo correcto en tu siembra de algodón, tienes que asegurarte que el suelo contenga buenas cantidades de nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes como manganeso, zinc y hierro.
Ahora bien, cuando hablamos de la fertilización foliar, es crucial aplicar los nutrientes a las hojas y penetrar la cutícula externa y la pared celular para que la planta pueda utilizarlos correctamente.
Control de malezas
Cualquiera con experiencia en la siembra y cultivo, reconoce que gestionar las malezas representa gran parte del éxito del trabajo. Con respecto a la siembra de algodón, existen varios elementos claves a tener en consideración:
- Rotación de cultivos: Esta práctica permite reducir la presencia de malezas a través de otras plantas como el arroz, donde se ha demostrado un aumento del 20 % en la productividad.
- Control mecánico: Utiliza equipos como cultivadoras o azadas rotativas para mantener el cultivo libre de malezas.
- Herbicidas: Aplica químicos de forma responsable y estratégica, especialmente aquellos recomendados por agrónomos y productores sostenibles.
Hablando de malezas y agentes potencialmente peligrosos para la siembra de algodón, ¿te parece si conoces sobre las plagas y enfermedades más comunes de esta planta?
Protección contra plagas y enfermedades
El algodón, como la mayoría de cultivos, no está libre de ser afectado por plagas y enfermedades que pueden dañar parcial o totalmente la plantación. Conoce las principales.
Identificación de plagas y enfermedades comunes que afectan al algodón
Existe un gran número de plagas que afectan en forma directa al cultivo de algodón. Entre otras, encontramos:
- Bemisia tabaci.
- Alabama argillacea.
- Anthonomus grandis.
- Heliothis sp.
- Bucculatrix thurberiella.
- Aphis gossypii.
- Spodoptera frugiperda.
- Dysdercus peruvianus.
- Pectinophora gossypiella.
Pero estos insectos no son los únicos peligros de esta planta; también se han registrado múltiples enfermedades que afectan sus hojas, brotes, su capacidad de absorber agua, fibras y más. Dentro de las más comunes están:
- Mildiú Polvoriento (Oidium spp.): Enfermedad fúngica que afecta las hojas y los brotes jóvenes del algodón. Se manifiesta como una capa blanquecina o grisácea en la superficie de las hojas, similar al polvo.
- Fusarium (Fusarium oxysporum): Un hongo que causa la marchitez vascular en las plantas de algodón. Provoca un marchitamiento gradual de la planta, afectando su capacidad para absorber agua y nutrientes.
¿Cómo combatir estos agentes dañinos en la siembra de algodón? En el próximo apartado te presentamos algunas soluciones.
Uso de biopesticidas y prácticas sostenibles
Considerando que los biopesticidas son la mejor elección para el control de plagas y enfermedades por ser productos derivados de fuentes naturales, extractos de plantas y compuestos biológicos, se convierten en una opción ideal para cultivos sostenibles.
Algunos disponibles en el mercado son:
- Bacillus thuringiensis (Bt).
- Aceites esenciales como neem.
- Hongo Beauveria bassiana.
Ahora bien, también es posible adoptar prácticas sostenibles como el GIP (gestión integrada de plagas), un enfoque holístico que combina diversas prácticas como la rotación de cultivos, la selección de variedades resistentes o la liberación de enemigos naturales de las plagas.
Técnicas de recolección y post-cosecha
Una vez que la planta ya está lista para el cultivo, viene el momento de la recolección. Actualmente, la cosecha de algodón se realiza en forma mecánica. Para ello se utilizan máquinas recolectoras especializadas en extraer el algodón en cápsulas, permitiendo que no se dañe la planta.
Generalmente, se realiza a los 5 meses después de la siembra, aunque esto dependerá de la variación de la semilla aplicada y el clima de la región.
Procesamiento post-cosecha
Una vez que se ha recogido el algodón, viene la etapa de procesamiento de la planta para extraer el producto que al final es comercializado en tiendas, farmacias y destinado a múltiples propósitos.
En el desmotado, las fibras de algodón se separan de las semillas y otras impurezas. Esto se logra mediante procesos mecánicos.
Una vez desmontado, comienzan tareas como el cardado, hilado y tejido para extraer las fibras, peinarlas y formar los hilos que se usan en las telas.
¡Ahora ya sabes cómo se hace la siembra de algodón!
El cultivo de algodón, desde la siembra hasta la recolección, es un proceso lleno de matices y desafíos. Sin embargo, al seguir las mejores prácticas, los agricultores pueden maximizar su productividad y contribuir a la sostenibilidad del sector.
¿Cómo la tecnología puede ayudar? En Jacto ofrecemos productos de alta tecnología, al igual que soluciones y servicios avanzados que favorecen la agricultura de precisión y agricultura digital, permitiendo aumentar la eficiencia y reducir el impacto ambiental.
¡Sigamos cultivando con sabiduría y responsabilidad! El algodón no solo es una fibra; es un vínculo entre la tierra, la tradición y el futuro.
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