Enfermedades y plagas del maíz y cómo enfrentarlas

México es un país lleno de tradición, cultura y deliciosa gastronomía, siendo el maíz uno de sus principales insumos. A fin de asegurar que la producción de este cultivo se mantenga en excelente estado y, por supuesto, en aumento, es importante conocer las principales enfermedades y plagas del maíz.

A pesar de que este cultivo presenta varios desafíos, tales como una baja productividad por hectárea o una alta competencia proveniente de países extranjeros, son los problemas fitosanitarios el gran y recurrente reto para los agricultores, debido a las pérdidas poscosecha que pueden generar las plagas y enfermedades.

Combatirlas requiere largas horas de trabajo, monitoreo constante y una inversión considerable en plaguicidas y fungicidas, para mantener el rendimiento del cultivo. Es por eso que entender dichas problemáticas y conocer las estrategias adecuadas para enfrentarlas puede marcar la diferencia entre una cosecha perdida y una solución efectiva.

A sabiendas de las grandes dificultades que enfrentan los agricultores para mantener un cultivo sano y productivo, hemos trabajado en este artículo donde te compartiremos los detalles sobre las principales enfermedades y plagas del maíz, así como distintas estrategias efectivas para mitigarlas y procurar que tu cosecha se mantenga saludable.

Principales enfermedades que afectan al maíz

Para poder tomar las medidas necesarias y las estrategias correctas, primero es preciso distinguir el problema que el cultivo está presentando. En este sentido, las enfermedades son causadas por microorganismos como virus o bacterias. Veamos algunas de las más graves.

Marchitez por Fusarium

Causada por el hongo Fusarium, esta enfermedad se transmite por el suelo y puede ocasionar que la mazorca se marchite, la raíz se decaiga y el tallo se pudra, así como el fruto y las hojas.

Si notas que las hojas se tornan amarillas por los lados y percibes que se expande a lo largo de la planta, es posible que el maíz esté padeciendo de esta enfermedad.

Otra forma de identificarlo es cortando el tallo. En caso de que percibas una decoloración marrón de los tejidos, puede ser a causa del Fusarium.

Para prevenir y combatir la marchitez por Fusarium, asegúrate de utilizar semillas certificadas y realiza rotaciones de cultivo para evitar la acumulación del hongo en el suelo. También se recomienda mejorar el drenaje del terreno, ya que la humedad excesiva favorece su propagación.

En casos graves, puedes aplicar fungicidas específicos siguiendo las recomendaciones de un especialista, siempre considerando un manejo integrado y sostenible del cultivo.

Para conocer más sobre la prevención y cómo combatir este tipo de enfermedades, ¡quédate hasta el final!

Roya del maíz

Siendo una enfermedad endémica, la roya del maíz suele ser de las más comunes. Sin embargo, la severidad de la roya depende tanto del tipo de maíz como de las condiciones ambientales a lo largo del cultivo.

Afortunadamente, al ser tan usual, identificar esta enfermedad es relativamente fácil, pues los síntomas son pústulas ovaladas o en forma de anillo color naranja, amarillo o rojo en las hojas, casi del tono que presenta el hierro cuando se oxida.

Aunque pueda parecer inofensiva, lo cierto es que la roya puede llegar a niveles de severidad que mermen el rendimiento hasta un 25 %, por eso es importante evitar esta enfermedad. Para ello, evita regar en exceso tus plantas, pues la roya se acrecienta en ambientes húmedos. También asegura una buena aeración alrededor de la planta e incluso dentro de sus ramas.

En caso de que la roya ya haya afectado tus plantas, elimina cuanto antes las hojas afectadas y deshazte de ellas. ¡No las utilices como abono!

Mancha de asfalto

La mancha de asfalto es un complejo que se ha convertido en el principal factor limitante de la producción de maíz. Es causada por hongos —phyllachora maydis, monographella maydis y coniothyrium phyllachorae— que se alimentan de los azúcares de la planta, provocando su muerte.

Al inicio de la enfermedad se pueden notar pequeños puntos negros en las hojas, los cuales presentan un halo amarillo a su alrededor. Cuando la infección incrementa, estas manchas se dispersan y crecen hasta cubrir la hoja en su totalidad, causando resequedad a la misma y, finalmente, el fallecimiento de la planta.

Para evitar la mancha de asfalto se debe evitar el monocultivo, el uso de genotipos susceptibles, el riego constante, la siembra en campos con residuos de cosecha y la baja luminosidad.

Principales plagas del maíz y sus síntomas

A diferencia de las enfermedades, las plagas del maíz son causadas por organismos no deseados como insectos, ácaros, nematodos, caracoles, aves y roedores. A continuación presentamos las principales.

Gusano cogollero (Spodoptera frugiperda)

Esta plaga endémica de América puede reducir el rendimiento de un cultivo del 13 % al 60 % si no se controla, lo que puede causar pérdidas de entre el 10 % y el 100 % de la producción.

Siendo del orden Lepidoptera (mariposas y polillas), estos insectos del maíz colocan huevecillos cubiertos de escamas. Al eclosionar, liberan larvas que se establecen en el centro del cogollo de la planta, por lo que recibe su nombre. En este sentido, el primero de los síntomas que las plantas pueden presentar son daños a las puntas de las mazorcas.

Otra forma de identificar al gusano cogollero es que al halar las hojas del cultivo se observe excremento, mordisqueos en los granos e incluso los mismos gusanos alimentándose.

Si has notado que han aparecido polillas en tu cultivo, ¡actúa de inmediato! El tiempo es crítico, así que no dudes en aplicar tratamientos fitosanitarios, siguiendo las medidas de seguridad y utilizándolos de forma responsable. Existe una gran variedad de insecticidas en el mercado que brindan soluciones efectivas y aplicaciones sencillas.

Gusano elotero (Helicoverpa zea)

El gusano elotero es una las plagas del maíz que más daños provoca a los cultivos, ya que se alimenta incluso durante su estado larvario. Los huevecillos son colocados en los pelos del jilote del maíz, por lo que esta es su principal fuente de alimento, posteriormente comienzan a consumir los granos jóvenes en la punta de la mazorca.

Además de notar dichas heridas en las plantaciones, así como observar agujeros irregulares en las hojas en desarrollo, otra forma de identificarlos es por sus características físicas:

  • Los machos tienen un color entre amarillo y marrón claro.
  • Las hembras presentan tonos marrones y anaranjados.
  • Su tamaño puede llegar a ser de hasta 2 pulgadas.
  • Las larvas tienen microespinas puntiagudas.

Si quieres prevenir la aparición de esta plaga, es preciso que realices monitoreos constantes del campo de cultivo, ya que detectar las larvas en el tiempo oportuno facilitará su exterminación. Puedes colocar trampas de luz en diferentes puntos, a fin de atraer a hembras y machos adultos antes de que depositen sus huevecillos.

Pulgón del maíz

Aunque existen diversas especies de pulgones, la Rhopalosiphum padi L. suele ser la más preocupante, ya que es la que presenta poblaciones relativamente importantes, colonizando plantas sobre todo a finales de verano y otoño.

Debido a que los pulgones introducen su aparato bucal en los tejidos de las plantas para ingerir su savia, extraen grandes cantidades de líquido y nutriente. Esto afecta directamente al rendimiento del grano, lo que provoca que este sea pequeño, dando un buen indicador de que tu cultivo se encuentra en peligro de pulgón del maíz.

A pesar de que esta plaga es alarmante, no es recomendable actuar antes de tiempo. Los tratamientos deben aplicarse una vez que se haya confirmado la presencia del pulgón y el riesgo a que transmitan virosis, de otra forma podrías afectar tu cultivo.

Estrategias para enfrentar enfermedades y plagas en el cultivo de maíz

Como ves, son muchas las enfermedades y plagas del maíz, por lo que es fundamental saber cómo combatirlas y evitar daños irreversibles en tus cultivos. Con un manejo adecuado, es posible protegerlos y garantizar cosechas más saludables y productivas.

Afortunadamente, se han desarrollado estrategias efectivas y aquí te compartimos las principales.

Métodos de control biológico y natural

Una de las soluciones naturales más efectivas es el control biológico, que va desde la liberación de insectos depredadores y parasitoides hasta la aplicación de microorganismos como hongos y bacterias. Se utiliza mucho gracias a que se evita la aplicación de productos químicos sintéticos, haciéndola una técnica más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Aunque hay distintos métodos de control biológico, todos cumplen con el principio de que sean organismos vivos los que ayuden a mantener el equilibrio natural en el ecosistema agrícola, atacando directamente a las plagas para reducir su población.

Ya que existen varias opciones de organismos, es necesario seguir algunos pasos para implementar el control biológico:

  1. Identificación: reconocer el tipo de plagas que se presentan, así como sus enemigos naturales, permite elegir los organismos benéficos y adecuados para el control, ya sean depredadores, parasitoides o patógenos.
  2. Producción y cría de organismos: una vez elegido el organismo adecuado, estos se deben cultivar en condiciones controladas para asegurar su disponibilidad y eficiencia.
  3. Liberación: utilizando métodos de sueltas directas o integración en refugios naturales, los organismos se deben liberar cuando se presente la mayor cantidad de plagas.
  4. Monitoreo y evaluación: un seguimiento constante con trampas o muestreos visuales asegura medir la efectividad del control biológico y ajustar estrategias.

Técnicas de rotación de cultivos y mantenimiento del suelo

Si bien es cierto que la rotación de cultivos y el mantenimiento del suelo es un método muy eficaz para maximizar la producción del campo de manera sostenible y aumentar su rendimiento, así como mantener la tierra fértil, también funciona para reducir riesgos fitosanitarios y mejorar la salud del suelo.

Tal como su nombre lo dice, la rotación de cultivos se refiere a alternar distintos tipos de cultivo en una misma tierra a lo largo del año. Esta estrategia aporta múltiples beneficios como aprovechar el campo en temporadas donde el cultivo principal no puede trabajarse o reponer las capacidades de la tierra y evitar la descomposición del suelo.

Sin embargo, el que resulta más interesante es que rompen los ciclos de vida de las plagas y crean un ambiente menos favorable para su desarrollo.

Al alternar los cultivos en una misma área, se reduce la acumulación de patógenos y plagas asociadas a una planta específica, mientras que la incorporación de materia orgánica en el suelo fortalece su biodiversidad microbiana. Esto promueve un ecosistema saludable que actúa como barrera natural contra infecciones.

Además, estas prácticas fomentan la resiliencia de las plantas, disminuyendo la necesidad de pesticidas químicos y contribuyendo a una producción agrícola más sostenible.

Uso adecuado de productos fitosanitarios y su aplicación segura

Los productos fitosanitarios también son conocidos como agroquímicos, ya que pueden ser de origen biológico o de síntesis química. Gracias a sus propiedades son capaces de reducir o incluso evitar perjuicios o afecciones ocasionadas por plagas o enfermedades.

Estas soluciones pueden controlar distintos tipos de plagas, ya sean ácaros, hongos, insectos o malezas, por lo que varían entre acaricidas, fungicidas, insecticidas y herbicidas.

Los productos fitosanitarios son muy efectivos y pueden ser muy seguros, siempre y cuando se apliquen de manera correcta y responsable, es decir, específicamente para proteger los cultivos y producir alimentos de calidad. De esta forma, se protege la salud de las personas y el medio ambiente antes, durante y después de la aplicación de los productos.

Para llevar a cabo un manejo responsable de agroquímicos es esencial seguir algunas pautas en cada etapa de su aplicación. A continuación te las compartimos.

Antes de la aplicación

  • Adquirir los productos con una receta agronómica, asegurándote de que sea emitida por un profesional autorizado.
  • Comprar en distribuidores habilitados.
  • Verificar la fecha de vencimiento y el número de lote de la receta.
  • Los agroquímicos no se deben transportar con alimentos, forrajes, semillas, animales ni medicamentos.
  • Prestar atención a las etiquetas en los envasados.
  • Calibrar la maquinaría que se utilizará para pulverizar.
  • Contar con un equipo de protección personal diferente al de uso diario.
  • Almacenar los agroquímicos en instalaciones seguras.
  • Dar aviso a las autoridades locales, escolares y apicultores, de acuerdo a la reglamentación de la zona.

Durante la aplicación

  • Medir las condiciones climáticas antes de aplicar los productos.
  • Portar el equipo de protección personal.
  • Asegurarse de contar con el control de la presión del equipo.
  • Seguir las medidas necesarias para la aplicación de los agroquímicos en zonas de amortiguamiento.
  • Utilizar tarjetas hidrosensibles.
  • Verificar que no haya animales ni personas presentes en el área de aplicación.

Después de la aplicación

  • Utilizar el equipo de protección personal.
  • Lavar la maquinaria que se utilizó para la pulverización, sobre una cama biológica.
  • Lavar los envases vacíos, perforarlos y llevarlos a un centro de acopio de reciclaje o de disposición final.
  • Asear y purificar el equipo de protección al finalizar con el uso de los productos.
  • Respetar el tiempo indicado para reingresar al lote, así como los tiempos de carencia.

La aplicación de agroquímicos conlleva una alta responsabilidad, ya que un mal uso no solo puede ocasionar la muerte de tus cultivos, sino también generar peligros para la vida humana.

Medidas como el utilizar un equipo de protección personal en cada etapa o respetar los espacios, tiempos y lineamientos de uso son esenciales para que la aplicación de productos de control de plagas sea efectiva y segura.

Recomendaciones preventivas para proteger el cultivo de maíz

Las causas de enfermedades y presencia de plagas del maíz pueden ser varias, como factores biológicos, ambientales y de manejo agrícola. Además, como dichas amenazas se encuentran en continua evolución, se hacen cada vez más resistentes; y lo cierto es que el cambio climático ha generado que su presencia sea más frecuente.

Dado que las enfermedades y plagas ocasionan pérdidas de hasta un 40 % en la producción agrícola, según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más allá de saber combatirlas, lo ideal es evitar que se presenten. Es por eso que se vuelve realmente importante su oportuna identificación, permitiendo que su control sea más fácil y eficaz.

A continuación te compartimos una serie de recomendaciones que te ayudarán a proteger tu cultivo de enfermedades y plagas del maíz:

  1. No apliques tratamientos fitosanitarios como “prevención”. A pesar de que los agroquímicos pueden ser altamente efectivos, también pueden ser dañinos cuando su uso no es responsable. No los utilices si tu cultivo no lo necesita, ya que incluso podrían volver más resistentes a las plagas y aumentar su población.
  2. Antes de sembrar, asesórate con un inspector de campo preparado y profesional.
  3. Siembra siempre en los periodos recomendados y en temporadas benéficas para el cultivo.
  4. Asegurándote de que los híbridos sean similares en altura, madurez, tolerancia a enfermedades y tiempo de cosecha, siémbralos de forma alternada con 2 a 3 días de diferencia en la liberación de polen, a fin de alargar su polinización.
  5. Utiliza el método de siembra de doble hilera para aprovechar mejor la luz, nutrientes y espacio, aumentando la densidad de población y el rendimiento.
  6. Elige híbridos con alto rendimiento y semilla de calidad, por ejemplo, pequeños o enanos con hojas erguidas y mayor tolerancia al estrés.
  7. Realiza muestreos cada 4 o 5 días recorriendo la mayor superficie del terreno para asegurarte de que no hay organismos dañinos presentes.
  8. Utiliza el rastrojo adecuadamente, cubriendo el suelo en temporadas de invierno. Su protección evitará la erosión y aumentará la retención de humedad.
  9. En caso de ser necesario, aplica insecticidas autorizados para el cultivo del maíz, respetando la dosis recomendada por el fabricante y sin mezclar productos para el control de una sola especie de plaga.
  10. Retira las malas hierbas presentes en el terreno y alrededores, al menos 3 semanas antes de sembrar.
  11. Asegúrate de que el equipo de aspersión esté en buen estado y calibrado.
  12. Si has decidido aplicar insecticidas, hazlo en el momento oportuno, preferiblemente cuando las plagas aún son pequeñas, ya que son más vulnerables.

Implementar estas recomendaciones no solo ayudará a prevenir las plagas y enfermedades que amenazan al cultivo de maíz, sino que también fortalecerá su capacidad productiva y garantizará una cosecha de calidad.

Al adoptar prácticas responsables, monitorear constantemente y optar por estrategias sostenibles, estarás protegiendo tus plantas al mismo tiempo que contribuyes al equilibrio ambiental.

Protege tus cultivos de enfermedades y plagas del maíz

La producción de maíz en México no solo es una actividad agrícola, sino un pilar de identidad cultural y económica. Sin embargo, la amenaza constante de enfermedades y plagas del maíz pone en riesgo este valioso cultivo.

Es por eso que es tan importante conocer las principales problemáticas fitosanitarias y sus síntomas, pues, a pesar de que existe una gran variedad de estrategias prácticas para enfrentarlas, su combate debe ser concienzudo y responsable, adecuando las medidas a las necesidades del cultivo.

Desde el control biológico hasta la rotación de cultivos y el uso responsable de productos agroquímicos, los tratamientos fitosanitarios son una gran solución para el control de plagas y enfermedades, siempre y cuando se sigan los lineamientos de responsabilidad agrícola, social y medioambiental.

Pero incluso contando con remedios naturales o químicos, la clave para un excelente rendimiento y cuidado del cultivo es preservar la calidad y cantidad del maíz. Esto se logra adoptando un enfoque preventivo e implementando un manejo integrado que combine distintas herramientas y prácticas sostenibles.

De esta forma, no solo se minimizan pérdidas económicas, sino que también se promueve un equilibrio ecológico y un futuro más seguro para nuestra agricultura.

Ahora ya estás mucho más preparado para combatir enfermedades y plagas del maíz, es momento de que pongas en práctica el conocimiento aprovechando maquinarias y tecnologías de punta.

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