pesticidas: camión de pesticidas

Pesticidas: definición, tipos y cómo usarlos correctamente

Los pesticidas son una mezcla de sustancias destinadas a controlar, destruir y/o prevenir las plagas en los cultivos como los insectos, la maleza y los roedores.

Ahora bien, debido el daño que puede ocasionar su empleo incorrecto, los pesticidas deben ser controlados de forma estricta. De hecho, existen regulaciones y restricciones de uso internacionales que están expresadas en el Convenio de Róterdam.

Pero, ¿qué son los pesticidas, cuáles son sus tipos y cómo se usan? A continuación, te lo explicamos.

Pesticidas o plaguicidas: ¿Qué son?

Los pesticidas son productos fitosanitarios que tienen como fin proteger a las plantas en la etapa de producción agrícola. Consisten en una sustancia o la combinación de varias, siendo utilizados para prevenir, repeler, atraer y destruir cualquier plaga o transmisor de enfermedades, bien sea de origen animal o vegetal.

Además, se emplean para el control de malezas, como estabilizador de nitrógeno y como regulador del crecimiento de las plantas.

Los pesticidas pueden ser de origen natural, orgánico o sintético, y su presentación puede ser en:

  • polvos;
  • pastas;
  • ceras;
  • jabones;
  • aceites;
  • líquidos;
  • o incluso de fabricación casera.

Tipos de pesticidas

En realidad, la palabra pesticida incluye a los insecticidas y a muchas otras sustancias químicas. Podríamos decir que todos los insecticidas son pesticidas, pero no viceversa.

La mayoría de los pesticidas que existen se clasifican de esta manera:

Insecticidas

Los insecticidas son pesticidas diseñados para controlar y eliminar insectos dañinos que atacan los cultivos. Existen diferentes clases de insecticidas que actúan sobre distintos insectos. Entre estos químicos se encuentran los organofosforados, piretroides, neonicotinoides y los reguladores del crecimiento de insectos.

Fungicidas

Los fungicidas están destinados a prevenir y tratar enfermedades causadas por hongos en las plantas. Se clasifican en diferentes grupos según su modo de acción y su alcance, lo que les permite ofrecer protección tanto preventiva como curativa contra las infecciones por hongos.

Molusquicidas

Los molusquicidas son pesticidas diseñados para controlar caracoles y babosas que pueden causar daños significativos en cultivos y plantaciones. Estos productos son especialmente útiles en regiones con alta humedad, donde estos moluscos proliferan y pueden volverse una amenaza para los cultivos.

Ovicidas

Los ovicidas son pesticidas específicamente formulados para atacar y eliminar huevos de insectos y ácaros. Al interferir con el desarrollo de las etapas iniciales de los insectos y ácaros, los ovicidas ayudan a reducir significativamente la población de plagas antes de que se conviertan en una amenaza para los cultivos.

Herbicidas

Los herbicidas son pesticidas destinados a controlar el crecimiento de malezas no deseadas en los campos de cultivo. Existen herbicidas selectivos, que solo afectan ciertos tipos de plantas, y herbicidas de amplio espectro, que eliminan una amplia variedad de malezas.

Acaricidas

Los acaricidas son productos químicos utilizados para el control de ácaros, que pueden dañar los cultivos al alimentarse de sus tejidos y transmitir enfermedades. Los acaricidas son esenciales para proteger cultivos de alto valor que son especialmente susceptibles a las infestaciones de ácaros.

Rodenticidas

Los rodenticidas son pesticidas diseñados para eliminar roedores, como ratas y ratones, que pueden causar graves daños a los cultivos almacenados y a la infraestructura agrícola. Estos productos deben emplearse con precaución para evitar la contaminación no deseada y proteger la fauna no objetivo.

Nematicidas

Los nematicidas son pesticidas que se emplean para controlar nematodos, que son gusanos microscópicos que atacan las raíces de las plantas. Estos productos son claves para prevenir daños en las raíces y asegurar un crecimiento saludable de los cultivos.

Uso y manejo de plaguicidas

La forma de aplicación de pesticidas y plaguicidas varía de acuerdo al tipo de químico y la clasificación de plaga o enfermedad que tenga o se quiera evitar, sin embargo, las formas de aplicación más comunes son:

  • Pesticidas líquidos: son rociados con equipos pulverizadores o dispositivos manuales.
  • Pesticidas sólidos: se espolvorean sobre la zona en forma de gránulos o se aplican como recubrimiento de semillas.
  • Pesticidas en forma de gas: son inyectados en el suelo.

Ahora bien, existen buenas prácticas para el uso y manejo de estos recursos que vale la pena mencionar.

Identificación precisa del problema

Antes de aplicar cualquier pesticida, es esencial identificar correctamente la plaga o enfermedad que se está tratando. El uso de plaguicidas incorrectos puede ser ineficaz y resultar en una aplicación innecesaria de químicos.

Selección del plaguicida adecuado

Escoge el plaguicida que esté específicamente etiquetado para el tipo de plaga que deseas controlar y para el cultivo que estás tratando. Sigue siempre las instrucciones del fabricante y evita mezclar diferentes plaguicidas sin la guía adecuada.

Dosificación y aplicación

Aplica cuidadosamente las dosis recomendadas en la etiqueta del producto. No uses más de la cantidad necesaria, ya que esto puede resultar en residuos no deseados y aumentar los riesgos ambientales.

Equipos de protección personal (EPP)

Asegúrate de siempre contar con el equipo de protección personal recomendado al manipular y aplicar plaguicidas. Esto incluye guantes, gafas, máscaras respiratorias y ropa adecuada. Los EPP ayudan a prevenir la exposición directa a los químicos y reducir el riesgo de intoxicación.

Almacenamiento seguro

Mantén los plaguicidas fuera del alcance de los niños y los animales, en un lugar fresco, seco y bien ventilado. Asegúrate de que los envases estén correctamente etiquetados y no transfieras los plaguicidas a otros contenedores que puedan causar confusión.

Monitoreo y registro

Realiza un seguimiento de las aplicaciones de plaguicidas y lleva un registro de los productos utilizados, las dosis, las fechas y las áreas tratadas. Esto ayudará a mejorar la gestión de plagas y evitar un uso excesivo de los químicos.

Capacitación y conocimiento

Asegúrate de que las personas encargadas de la aplicación de plaguicidas estén debidamente capacitadas y tengan conocimiento sobre los productos que están usando, así como sobre las precauciones de seguridad necesarias.

Aprovecha los pesticidas y protege tus cultivos

En conclusión, el empleo y manejo adecuado de pesticidas y plaguicidas es fundamental para el éxito en la protección de cultivos y la agricultura sostenible.

Conociendo los diferentes tipos de pesticidas, desde insecticidas hasta nematicidas, y aplicándolos de manera responsable, los agricultores pueden controlar eficazmente las plagas y enfermedades que amenazan sus cosechas.

Para obtener una visión más completa, te invitamos a leer “Plagas en los cultivos: aprende a sortearlas”. Allí encontrarás información detallada sobre los tipos de plaguicidas, sus usos específicos y consejos prácticos para un manejo responsable.

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