¿Qué es el monocultivo y cuál es su impacto en el medio ambiente?
El monocultivo es la una de las técnicas agrícolas más básicas de producción de alimentos. Consiste en la siembra de un solo tipo de planta en una amplia extensión de tierra y durante un período de tiempo prolongado.
Lo interesante de este método es que se generan grandes volúmenes de alimentos para satisfacer la demanda de la población actual y garantizar la seguridad alimentaria. Sin embargo, también tiene repercusiones ambientales que no se pueden ignorar y de allí que su implementación de modo responsable es fundamental.
A continuación, analizaremos todos los aspectos relacionados con el monocultivo y algunas alternativas sostenibles para lograr una agricultura más amigable con el planeta.
¿Qué es el monocultivo?
Se trata de una práctica agrícola que consiste en la siembra masiva de un solo tipo de planta en grandes extensiones de terreno por tiempo prolongado.
Se cree que esta práctica tuvo sus inicios en medio de la Revolución Agrícola en Europa Occidental en los siglos XVIII y XIX y, posteriormente, se extendió por todo el mundo.
La producción a gran escala permite alcanzar grandes volúmenes de un mismo alimento a costos más bajos.
El monocultivo tiene características específicas que explicaremos a continuación:
- Se realiza en grandes extensiones de tierra y el suelo se dedica de forma exclusiva a una sola especie de planta en toda la superficie.
- Se utilizan métodos de cultivo estandarizados para toda la plantación. Por ejemplo, un solo tipo de riego, una misma técnica de control de plagas, entre otras.
- Facilita el control de plagas y enfermedades, ya que todas las acciones se enfocan en una sola especie.
- Favorece la adopción de tecnologías de mecanización agrícola, como, por ejemplo tractores y cosechadoras.
Impactos del monocultivo en el sector agrícola
El monocultivo es una práctica agrícola eficiente para atender la creciente demanda de alimentos en el mundo.
Por lo tanto, se posiciona como una de las mejores opciones para garantizar la seguridad alimentaria. Eso sí, debe hacerse de manera responsable para aprovechar al máximo sus beneficios.
Veamos lo que el monocultivo tiene para ofrecer al sector agrícola:
Cosechas más abundantes
Mejora el rendimiento de las cosechas y las hace más abundantes, toda vez que los esfuerzos se enfocan en un solo tipo de cultivo.
Esto permite poner en práctica la siembra estratégica que mejora el aprovechamiento de la luz solar y los nutrientes. Además, se hace un uso más eficiente del agua, minimizando las pérdidas por evaporación y escorrentía, lo que es fundamental para mantener la tierra fértil.
Un ejemplo de cosechas abundantes gracias al monocultivo es la producción de soja en América del Sur.
Reducción de gastos de producción y mano de obra
El cultivo único impulsa la eficiencia operativa. Esto se traduce en optimización de recursos, menores costos de producción y, por supuesto, mayores ganancias económicas.
Al sembrar un solo tipo de planta, se requiere menor variedad de fertilizantes, pesticidas y herbicidas.
Además, un menor costo de producción favorece la inversión en maquinaria agrícola y herramientas que facilitan el trabajo en el campo.
Precios más estables
La alta producción de un cultivo genera una gran oferta en el mercado, lo que se convierte en un factor determinante para estabilizar los precios y garantizar el acceso a la población de alimentos básicos.
Los precios estables también ayudan a los productores a mejorar su planificación y tomar decisiones financieras más acertadas.
Alternativas y prácticas sostenibles al monocultivo
Se estima que para el año 2050 necesitaremos comida para 10 000 millones de personas y el planeta requerirá prácticas aún más sostenibles. Junto al monocultivo, existen métodos agrícolas que también ayudan a cubrir la demanda de alimentos.
Estas son algunas de las prácticas sostenibles que se plantean para alcanzar esa meta:
Diversificación de cultivos
La rotación de cultivos y la siembra de diferentes especies en un mismo terreno ayudan a mantener la fertilidad del suelo, reducir la necesidad de pesticidas y promover la biodiversidad.
El punto es recurrir a la rotación de cultivos y la siembra de diferentes tipos de plantas en un mismo terreno.
La principal razón es que cada planta tiene necesidades nutricionales diferentes y esto ayuda a evitar el agotamiento de nutrientes específicos del suelo.
Una de las opciones es incorporar leguminosas en la rotación de cultivos, porque estas fijan nitrógeno atmosférico en el suelo y lo hacen disponible para otras plantas. Así se reduce el uso de fertilizantes sintéticos.
Prácticas de conservación del suelo
Se refiere a la puesta en práctica de técnicas agrícolas que protejan el suelo de la erosión y la descomposición.
Algunas de las más populares son la labranza de conservación, los cultivos de cobertura, las barreras vivas, el manejo de agua de lluvia, entre otras.
Agricultura regenerativa y su enfoque en la sostenibilidad
Son prácticas que tienen como objetivo principal restaurar la salud del suelo, mejorar la calidad del agua, aumentar la biodiversidad y hacerlas sostenibles a largo plazo.
Los principios fundamentales de la agricultura regenerativa son:
- Una mínima labranza para reducir la alteración mecánica del suelo y, a su vez, mejorar la retención de agua, la infiltración de oxígeno y la fertilidad.
- Cubrir el suelo con vegetación o mulch de manera permanente. El objetivo es protegerlo de la erosión y regular la temperatura y humedad.
- Implementar el pastoreo controlado y planificado con la intención de mejorar la biodiversidad de las praderas.
- Diversificar los cultivos, plantando varios tipos de plantas en un mismo terreno para optimizar la microbiota del suelo y controlar plagas de forma natural, como se hace, por ejemplo, con la trichoderma.
Adopción de tecnologías de agricultura de precisión
La agricultura de precisión tiene un enfoque sostenible, eficiente y respetuoso con el medioambiente. Consiste en utilizar tecnologías avanzadas para recopilar y analizar datos detallados sobre las condiciones del suelo, los cultivos y el clima.
De esta manera, los agricultores pueden tomar decisiones informadas para optimizar el uso de los recursos.
Un ejemplo de tecnologías de agricultura de precisión, es el uso de drones para el monitoreo de los cultivos, sobrevolar los campos y obtener imágenes detalladas de áreas donde sería difícil acceder.
Estas imágenes pueden aportar información valiosa sobre la salud de los cultivos, detectar plagas, dar datos sobre las necesidades de riego, entre otros aspectos.
El monocultivo y la agricultura responsable
El monocultivo ha aportado logros significativos para la producción masiva de alimentos que sustenta a la creciente población mundial.
Recordemos que es uno de los modelos de producción más antiguos, ayuda a estabilizar los precios en el mercado, disminuye el trabajo pesado en el campo, contribuye a tener cosechas más abundantes, entre otros beneficios.
Sin embargo, su impacto ambiental no pasa por alto y de allí que, el sector estudia las formas de utilizarlo de manera más responsable y trabajar en la diversificación agrícola con prácticas más sostenibles a largo plazo.
Esperamos que este artículo te haya parecido interesante y antes de despedirnos te invitamos a conocer más sobre nuestros productos y de qué manera ayudan a optimizar el trabajo en el campo.