soja

¿Cómo tener una mejor producción de soja?

En la actualidad, la soja forma parte de la dieta de millones de personas en todo el mundo y es utilizada en procesos productivos de diferentes productos alimenticios.

También es fuente de prosperidad, crecimiento económico y oportunidades de empleo en países de distintos continentes, y Argentina es uno de ellos.

De hecho, en el primer semestre de 2020 el país totalizó una cosecha de soja de casi 50 millones de toneladas, lo que representa la séptima mejor campaña en las últimas dos décadas.

Si bien Argentina, al igual que Brasil y otros países de América, es una de las potencias mundiales en la cosecha y exportación de soja, este grano llegó a la región en el siglo XIX, gracias a la apertura del mercado marítimo, mientras que los orígenes de su cultivo se remontan a 3 milenios antes de nuestra era.

El origen de la siembre de soja es asiático, específicamente del norte y centro de China. De acuerdo a las creencias de la época, esta era una de las 5 semillas sagradas, por lo que era utilizada para rituales y, también, con fines comestibles.

Lógicamente, desde entonces han avanzado y cambiado mucho los métodos y prácticas para sembrar y cultivar este milenario grano. Precisamente, ¡sobre eso queremos hablarte en este material!

En las siguientes líneas te explicaremos 7 valiosos consejos, algunos de ellos relacionados con técnicas y equipos vanguardistas, para contar con una mejor producción de soja e impulsar la rentabilidad de tu agronegocio.

1. Busca el equilibro durante la fertilización

Cuando se trata de fertilización para la producción de soja nos encontramos con un gran dilema: la soja se da en suelos de bajos porcentajes nutricionales, pero es en los fértiles en que la planta tiene un mayor rendimiento.

Debido a esto, es indispensable buscar el equilibrio durante la fertilización. Para ello se debe controlar minuciosamente la composición nutricional de los suelos, ya que de ello depende un proceso fisiológico saludable y efectivo.

También, cuando hablamos de equilibrio nos referimos, lógicamente, a la combinación de nutrientes minerales y no minerales.

Los nutrientes minerales son los que forman parte de los suelos y, por lo tanto, son absorbidos de manera directa por la planta. Algunos de ellos son:

  • fósforo;
  • potasio;
  • magnesio;
  • calcio;
  • azufre;
  • nitrógeno.

En cuanto al nitrógeno, puede obtenerse a través del aire con un proceso de fijación.

Los nutrientes no minerales son aquellos que forman parte de la materia seca de la planta, como hidrógeno, carbono y oxígeno.

Además de que la composición de los fertilizantes incluya estos nutrientes, es importante aplicarlos a una distancia prudente de la semilla. Es recomendado hacerlo a unos 5 centímetros de la línea de siembra.

También es indispensable complementar la fertilización de raíz con la foliar, que se basa en la aplicación de nutrientes de manera aérea. Entre otras cosas, esto garantiza una rápida absorción e, incluso, ayuda a recobrar la vitalidad en las fases finales de la siembra.

Sí, los sistemas de riego que usan el agua como principal conducto y que, en consecuencia, brindan aplicaciones áreas, pueden implementarse en etapas tardías del desarrollo del cultivo.

Los sistemas de riego de alta tecnología, además de brindarles todos estos beneficios a la planta, garantizan hidratación de los suelos, lo que contribuye con una mayor productividad durante los ciclos.

2. Escoge estratégicamente la fecha de siembra

Aunque se cuente con recursos técnicos de calidad y se implementen los métodos adecuados, un cultivo de soja solo será productivo si el grano fue sembrado en el momento ideal.

En la parte sur de América, la fecha de siembra de soja oscila entre septiembre y enero. Las siembras de septiembre y octubre son consideradas como tempranas, mientras que las de diciembre y enero son tardías.

En Argentina, específicamente, el momento óptimo para sembrar este grano empieza en noviembre, por lo que nos encontramos con comienzos tardíos, sin que esto sea negativo.

Muchos agronegocios empiezan la siembra en diciembre luego del cultivo invernal, que en la mayoría de los casos es de trigo.

Esta segunda fecha de siembra permite la doble cosecha durante un mismo ciclo y, además, ralentiza el crecimiento de malezas, debido a los rastrojos del primer cultivo.

También se trata de un método que garantiza menor gasto en fertilización, pues se aprovecha el abono utilizado por el cultivo anterior.

Sin embargo, aunque resulta conveniente seguir estos patrones, lo realmente importante es evaluar y proveer las condiciones climáticas, sobre todo en medio de las alternaciones meteorológicas y estacionales de estos tiempos.

Recuerda que la coincidencia con lapsos de altas temperatura y humedad y más horas luz por día (fotoperíodo) puede conllevar el temprano ataque de plagas, insectos y enfermedades.

Sin duda, estos aspectos son las principales amenazas para el cultivo de soja en nuestra región, a diferencia de climas frios, como el de Canadá por ejemplo.

3. Deja suficiente espacio en el arreglo del cultivo

Uno de los grandes errores en la siembre de soja y otros granos es el desperdicio de la distribución del espacio, limitando los espacios con la concepción errada de sembrar más unidades.

La realidad es que debe existir un espacio suficiente en el arreglo del cultivo, pues solo así se sacará el máximo provecho de los recursos disponibles de la zona, especialmente de las lluvias.

Eso sí, es importante disminuir la distancia entre hileras conforme se retrasa el tiempo de siembra. Por ejemplo, en las siembras tardías se recomienda utilizar sembradores de grano gruesos, con distanciamiento entre cuerpos de 52 cm, mientras que en la temprana esta separación debe ser entre 35% y 50% menor.

Otro aspecto importante, cuando se trata de la gestión estratégica del espacio, es encontrar un punto de densidad óptima.

Aunque varía dependiendo de las zonas y las características del suelo, la densidad óptima en nuestro país se sitúa entre unas 24 y 36 plantas por metro cuadrado.

Sin embargo, puede lograrse un buen rendimiento con niveles de densidad mayores, de hasta 45 semillas por m².

Para definir la densidad ideal en tus tierras es importante realizar estudios de los nutrientes y características del suelo y prever condiciones climatológicas, entre otras cosas.

4. Protege la siembra

Cada una de las etapas que componen el proceso de siembra de soja deben estar acompañadas de estrategias de protección. Solo de esta manera puede evitarse enfermedades futuras y sacar un máximo provecho de cada planta.

Productos a base de fungicidas e insecticidas, principalmente, son indispensables para evitar la invasión de bacterias y plagas en la semilla, lo cual trae consecuencias fatales durante el desarrollo.

Lo ideal es tener un profundo conocimiento del suelo y su reacción ante distintos compuestos, para determinar que agentes protectores resultan más favorables y eficientes.

Sin duda, la selección de productos para la protección resulta indispensable durante el ciclo productivo de la soja, así que a la hora de elegir un proveedor debes evaluar aspectos como estándares de calidad, reputación y componentes.

5. Realiza pruebas de suelos constantemente

Como mencionamos algunas líneas atrás, el conocimiento del suelo es indispensable para tener un buen ciclo productivo de soja.

Por esa razón, es importante que cumplas con esta tarea de forma periódica, y no solo antes del proceso de siembra.

Este tipo de análisis te permitirán detectar a tiempo falta de nutrientes y otros factores que pueden mermar el rendimiento del cultivo de soja.

De esa manera podrás tomar las decisiones necesarias y utilizar los productos ideales para fomentar un desarrollo saludable y reorientar tu cultivo hacia el cumplimiento de los objetivos productivos preestablecidos.

Además, el conocimiento del suelo ayuda a gestionar las expectativas y a realizar proyecciones de beneficios coherentes y realistas.

6. Utiliza pulverizadores autopropulsados

Si quieres disfrutar de una gran aplicación fitosanitaria e incentivar una mejor producción de soja, es importante que incorpores pulverizadores autopropulsados a la flota de tu agronegocio.

Este pulverizador te proporciona la robustez, economía, simplicidad y precisión que se necesita en cultivos como los de soja.

Específicamente, esta máquina posee un amplio alcance, pudiendo llegar hasta los 42 metros, garantiza una altura de trabajo hasta los 2,70 m y un distanciamiento entre boquillas de 35 a 50 cm.

Esta característica también proporciona un mayor rendimiento por hectárea que pulverizadores de robustez similar y, sobre todo, menos aplastamientos.

Además, un buen pulverizador autopropulsado es ideal para terrenos desafiantes y complejos. Esto gracias a características como:

  • chasis y ejes robustos y reforzados;
  • transmisión final de fuerzas de tracción para las ruedas;
  • frenos hidráulicos con 2 circuitos independientes;
  • freno de mano hidráulico, accionamiento con un botón al alcance del operador;
  • neumáticos dimensionados para menor compactación del suelo;
  • suspensión delantera y trasera independientes, con resortes neumáticos y amortiguadores.

Otra gran ventaja de estos pulverizadores es que, si bien se caracterizan por su robustez, resulta fácil operarlos. Entre otras cosas, el operador disfrutará de una amplia cabina, que garantiza visibilidad de una amplia franja del terreno, y de una escalera con accionamiento hidráulico.

Sumado a esto, un robusto pulverizador autopropulsado cuenta con un tanque de agroquímicos de hasta 4500 litros, que garantiza extensas jornadas de trabajo, optimizado con una potente bomba de pulverización de unos 300 litros por minuto.

En cuanto a la economía de esta máquina, se basa principalmente en su bajo consumo de combustible, que oscila los 0,4 a 0,7 litros por hectárea, aunque esto puede variar a raíz de la topografia y el tipo de operación.

También, los materiales y sistemas utilizados para su fabricación garantizan resistencia y durabilidad, así como una mano de obra sencilla. Además, sus repuestos los encontrarás en el mercado nacional, lo que garantiza disponibilidad constante.

Todas estas potencialidades están agrupadas en equipos que pesan desde 6 hasta 11 toneladas (cuando están vacíos), con despeje entre los 1,35 m a 1,75 m, y con variación de trocha de hasta 3,15 m.

7. Optimiza la protección y el control con herbicidas

En los ciclos de producción de soja, la maleza resulta un gran obstáculo, debido a que reduce de manera significativa la calidad y el rendimiento del grano cosechado.

Incluso, las malas hierbas pueden infestar en general los terrenos agrícolas.

Para evitar estos malos, en primer lugar, debes identificar cuál es el tipo de maleza a la que se enfrenta tu terreno.

Posteriormente, es necesario diseñar un riguroso plan de control y protección que gire en torno a la aplicación de herbicidas de calidad y recomendados para especialistas, que específicamente enfrentan el tipo de maleza que está presente en tu cultivo.

Por otro lado, es importante que constantemente evalúes los efectos de los herbicidas aplicados, para que garantices que realmente están proporcionando el control y la protección necesaria.

De manera complementaria, puedes utilizar recursos técnicos que te ayuden a controlar la maleza, como los sistemas de poda, por ejemplo.

¡Y listo! Ya conoces cuáles son los métodos que debes seguir para tener una mayor productividad de soja y cuáles recursos técnicos y tecnológicos pueden resultarte útiles.

No olvides que el cultivo de esta semilla demanda observación y estudio contínuo, especialmente en una época con tanta variabilidad climática como la actual.

Si tomas en cuenta todos estos consejos y aplicar la evaluación constante, no tendrás problemas para cumplir con los objetivos de tu ciclo de producción y generar mayor rentabilidad para tu agronegocio.

No olvides que, al momento de incorporar importantes recursos técnicos, como es el caso de los pulverizadores autopropulsados, resulta clave que acudas a proveedores y fabricantes exportes, que realmente dispongan de soluciones de calidad para los agronegocios de hoy.

¿Te resultó de provecho la información que compartimos en este material? Si quieres seguir aprendiendo sobre el cultivo de soja o estás interesado por conocer más sobre recursos técnicos de calidad, como es el caso del pulverizador autopropulsado, ingresa a nuestro sitio web y contacta a uno de los operadores!

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