Cómo cultivar yerba mate: condiciones, prácticas y consejos
El cultivo de yerba mate está en franco crecimiento. De acuerdo con cifras oficiales publicadas en el Informe del Sector Yerbatero 2022 por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), en Argentina, entre los meses de enero a diciembre fueron procesados 829.237.261 Kilogramos de hoja verde. Además, 275.809.497 kilogramos fueron comercializados en el mercado nacional y 40.304.006 kilos exportados.
El resultado representa una marca histórica para este país, principalmente por el aumento de su participación en el mercado mundial de yerba mate. Incluso, se estima que la producción nacional es responsable por el 60% de la cuota del global. Pero ¿esto qué significa?
De acuerdo con el INYM, en Argentina, la producción yerbatera ocupa 165 mil hectáreas de una región exclusiva para el desarrollo de esta actividad agrícola comprendiendo un 87% de la Provincia de Misiones y la zona noroeste de la Provincia de Corrientes —13% del territorio, aproximadamente.
De hecho, los suelos rojos presentes en estos locales son ideales para la producción yerbatera, ya que poseen abundante contenido de hierro y el clima local es subtropical sin estación seca.
Dada su relevancia, en este artículo exploramos los puntos más relevantes sobre el cultivo de yerba mate, Aquí encontrarás valiosa información acerca de la producción yerbatera y conocerás las mejores prácticas para obtener excelentes resultados.
Sobre la yerba mate
La Ilex Paraguariensis, conocida comúnmente como yerba mate, es una especie típica de las cuencas del Alto Paraná, del Alto Uruguay y de los afluentes del río Paraguay. En su estado silvestre, puede llegar a los 15 metros de altura, sin embargo, en las plantaciones, crece como un pequeño arbusto con tronco ramificado de 11 centímetros de largo, aproximadamente.
Exigencias edafoclimáticas
La yerba mate es una planta exigente en cuanto a las condiciones edafoclimáticas. Esto quiere decir que, para la siembra y su adecuado desarrollo, es necesario asegurarse de que el sitio de cultivo cuenta con los requerimientos básicos.
Clima
En lo que se refiere a la temperatura, la especie prefiere ambientes tropicales o subtropicales cuya temperatura promedio sea de 20°C. Asimismo, el cultivo demanda un elevado grado de humedad con abundantes precipitaciones, en especial, en el período de floración.
Otro aspecto interesante de este cultivo es que soporta muy bien la sombra y las heladas.
Suelo
En cuanto al suelo, la planta se desarrolla y crece más en suelos del tipo arenoso-arcilloso con textura entre fina y media, ligeramente ácidos y con alto contenido de ácido fosfórico, hierro y potasio. Además, es esencial que posea una buena capacidad de drenaje.
¿Cuánto tiempo tarda en crecer?
Una planta de yerba mate puede crecer y cosecharse durante varios años.
El período necesario para que una semilla germine en un almácigo y se convierta en un plantín listo para ser trasplantado al campo es de entre 7 y 8 meses.
La primera cosecha tiene lugar luego de 4 años de crecimiento y este tiempo de maduración es vital para la calidad en su sabor.
¿Cómo se cultiva la planta de yerba mate?
Más allá de la importancia de los aspectos señalados anteriormente, el cultivo de yerba mate involucra la adopción de prácticas que optimicen tanto el rendimiento como la calidad del producto final. A continuación, conoce importantes secretos a respecto de este cultivo.
1. Selecciona las semillas
Es recomendable que al menos un año y medio antes de la plantación se realice la recolección de las semillas. Es propicio realizar la actividad entre los meses de enero y abril, cuando adquieren un color tinto-morado-negro que se considera el ideal.
La jornada de recolección se hace de forma manual y deben seleccionarse los mejores frutos en cuanto a tamaño, color, consistencia y sin lesiones o daños.
Un dato interesante es que por cada ocho kilogramos de fruto se obtiene un kilogramo de semillas, el cual contiene en promedio unas 130,000 semillas y de las cuales solo germinan unas 20,000 (aproximadamente un 15%).
El crecimiento de la yerba mate ocurre en almácigos creados con semillas frescas de los frutos de la planta, preparadas con antecedencia sumergiéndolas en agua por algunas horas. En esta etapa, se pueden eliminar las semillas que flotan, conocidas como vanas, y excluir de la selección al hollejo, a los palitos y otros elementos.
Para conservarlas, puedes usar fungicidas con el objetivo de prevenir ataques de hongos y guardarlas en bolsas plásticas, debidamente higienizadas e identificadas y posteriormente, colocadas en la heladera para que conserven su poder germinativo por más tiempo.
2. Cuida la estructura y la integridad del almácigo
Para que la siembra ocurra de la manera adecuada es necesario crear el almácigo en un local alto con un pendiente suave compuesto por tierra colorada. Al construir los canteros, es esencial asegurar un ancho entre 0,8 a 1,2 metros y una disposición perpendicular a la pendiente, manteniendo una altura de 15 sobre el nivel del suelo.
La preparación del suelo incluye:
- Arar el terreno o puntearlo unos 20 cm de profundidad utilizando una pala;
- esperar un determinado período de tiempo hasta que la materia orgánica se descomponga;
- deshacer los terrones;
- agregar estiércol para optimizar la fertilidad del suelo;
- desinfectar el suelo para evitar la incidencia de plagas y enfermedades, ya sea utilizando 10 litros de agua caliente —más de 80°C por m²— o utilizando compuestos químicos.
En efecto, la siembra ocurre entre los meses de marzo a mayo, distribuyendo entre 250 y 500 gramos de semilla por m². Luego de esparcirlas, se les cubre con una fina capa de tierra. Por último, se agrega una capa de acículas de pino o de palitos de yerba descompuestos para garantizar el nivel de humedad correcto para su crecimiento.
Como es una planta que demanda mucha humedad, es esencial regarla abundantemente para que las semillas contacten con el suelo. Además, para asegurar la suficiente humedad del almácigo, es necesario cubrirlo con un túnel de polietileno.
En cuanto al control de enfermedades, es recomendable inspeccionar a diario el almácigo con la finalidad de verificar tanto el estado sanitario como el nivel de humedad del suelo. El tiempo de germinación puede abarcar entre 100 días y 1 año. A lo largo de este periodo, es fundamental evitar las enfermedades causadas por hongos como el mal de los almácigos o “damping off” ocasionado por un complejo de agentes. Para prevenirla, es indicado pulverizar con diferentes fungicidas a cada 10 o 15 días.
3. Utiliza viveros
El sistema de vivero es puesto en marcha al trasplantar las plantitas del almácigo a tubos o macetas. De hecho, el principal objetivo de los viveros es aportar las condiciones de hábitat necesarias para que los plantines mantengan su calidad y así, puedan continuar creciendo y desarrollándose de manera efectiva. Consta de 3 etapas:
- Invernadero: Local con ambiente controlado ofreciendo al plantón, las condiciones óptimas para su desarrollo y crecimiento.
- Rustificación o media sombra: Se implementa la adaptación gradual de la planta a las condiciones naturales, ya que no se efectúa un rígido control del ambiente. En esta fase, se exponen los plantines a una media sombra de 50% y se mantiene el riego programado.
- Rustificación al aire libre: No cuenta con riego programado, por este motivo, el aporte hídrico depende de la necesidad de la planta. Asimismo, las plantas están al aire libre —no hay túneles de agrotileno— y se colocan túneles de media sombra de 35% únicamente por las noches en invierno o durante el día en verano —para proteger de la insolación.
4. Escoge y prepara el sitio de plantación
El cultivo de yerba mate se concentra en la zona subtropical húmeda de Argentina, específicamente de las provincias de Misiones y Corrientes. Ahí el régimen de lluvias es de 1,800 milímetros anuales, con temperaturas en promedio en el oren de 21º C.
Los suelos más aptos para el cultivo son los rojos profundos que poseen buen drenaje y son muy fértiles en las capas superficiales. Por esta razón es vital protegerlos y evitar su erosión producto de las lluvias, así como la pérdida de fertilidad por insolación.
El cultivo de yerba mate requiere la adopción de suelos preferentemente vírgenes o con un largo período de descanso anterior a la plantación. Cuando debas plantar en terrenos con cultivos previos o lotes degradados, deberás recuperarlos por medio de la implantación de pasturas como el paso elefante, plantas que optimizan la estructura del suelo gracias al elevado aporte de material orgánico.
La selección del local abarca las siguientes acciones:
- Su apreciación visual.
- El recorrido por el terreno.
- La inspección minuciosa y detenida del estado del suelo.
- Y la verificación de los tipos de vegetación y de las piedras presentes en el sitio.
Asimismo, es recomendable realizar el muestreo del suelo para apreciar y analizar su fertilidad.
En lo que concierne a la preparación del suelo para recibir a los plantines, es indicado prepararlo con 2 o 3 rastreadas y 1 arada. Al finalizarlo, se divide el espacio en cuadros con pendientes y se los marca de manera mecanizada por medio de un subsolador.
Vale la pena señalar que, en el caso de que no se usen los suelos aptos para la plantación de yerba mate, es recomendable cultivar especies anualmente con el afán de protegerlos de las lluvias y de la acción del sol.
Después de ejecutar las acciones relacionadas con la preparación del suelo, llega el momento de evaluar el manejo que se realizará al cultivo:
- Tradicional: Recomendado para las explotaciones familiares que utilizan maquinarias y equipos convencionales.
- Sistematizado moderno: Demanda el uso de maquinaria especial, fertilizantes y de una mayor cantidad de insumos.
En lo que se refiere al éxito de la implantación, en las medianas y grandes superficies, investigaciones han indicado que un subsolado a mayores profundidades —0,8 centímetros— aumenta la probabilidad de crecimiento de las plantas. En el caso de no ser posible utilizar arado de una reja o subsolador, los pozos hechos con pala deben tener una profundidad entre 30-40 centímetros y un diámetro de 40 centímetros.
El período de implantación varía de acuerdo con el estado del plantín. De esta manera, cuando están en macetas, es posible implantarlos entre el 15 de abril y el 15 de septiembre. En el caso de los plantines con raíces desnudas, el período comprende los meses de junio y julio.
El proceso manual es bastante simple, se coloca el plantín en el centro del pozo o de la línea subsolada, se le acerca la tierra con la ayuda de una azada y posteriormente, se compacta la misma con el pie. De hecho, la plantación también puede ser llevada a cabo de forma mecanizada, gracias a la implementación de modificaciones en una plantadora de pino.
Al utilizar esta última metodología, es necesario hacer 2 reposiciones luego de completar un año de plantación obteniendo así, menos de un 0,7% de fallas. Estas reposiciones deben ser realizadas hasta cumplir 3 años de plantado.
Luego de efectuar la plantación, es necesario colocar una protección al plantín fabricada con debobinado de eucaliptos, paja o costaneros de pino. Esta protección es comúnmente conocida como “poncho”.
5. Controla las malezas en la plantación
Después de cumplir 3 años de la implantación, uno de los principales problemas que afectan a los cultivos es la competencia de malezas.
En efecto, para combatirlas en el liño, es necesario carpir manualmente o efectuar aplicaciones dirigidas de herbicidas. La aplicación de químicos debe ser realizada con mucho cuidado para que el proceso no ocasione problemas de fitotoxicidad.
Sin embargo, el control de malezas en el entreliño o en la calle debe ser realizado recurriendo a las medidas mecánicas con desmalezadoras o usando alternativas químicas como herbicidas.
6. Efectúa un adecuado control de plagas
El aumento de la producción de yerba mate ha fomentado el crecimiento poblacional de las plagas. En esencia, las plagas más importantes de los cultivos de yerba mate son:
Psílido de la yerba mate o “rulo”
Esta es la plaga más recurrente en los yerbales. El Gyropsylla spegazziniana es un insecto cuyos huevos eclosionan en seis u ocho días, generando larvas amarillentas y con tubérculos laterales. En el momento de la postura de los huevos, la hembra adulta inyecta la secreción producida por una glándula venenosa en el nervio central de las hojas, formando así un verdadero rulo.
Específico de la yerba mate, el insecto produce daños más severos entre la primavera, la etapa final del verano y al inicio del otoño. Por este motivo, resaltamos que existe una relación directa entre el inicio de la brotación y la incidencia de psílido. De ahí que el insecto sea considerado como la “plaga de la brotación”.
Para controlarlo, la mejor alternativa es aplicar plaguicidas en primavera, verano y otoño, cuando sea detectada una población de más de 120 individuos a cada 20 brotes o golpes siguiendo una caza libre. Las sustancias más usadas para enfrentarlos son el Metildemetón, Dimetoato y el Endosulfán diluidos en agua —100 o 150 ml de plaguicida a cada 100 L de agua.
Tigre de la yerba mate o Taladro grande
Esta plaga suele aparecer en los cultivos en decadencia, principalmente en el momento de la cosecha o cuando las plantas han sufrido muchas heridas en virtud de las labranzas. Las hembras efectúan la ovoposición en orificios en la corteza del cuello de la planta, así como en sus raíces desnudas y en sus ramas.
Ya en el primer estadio, las larvas ingresan en el tronco y empiezan a comer el leño verde y fresco, hecho que ocasiona daños al cultivo por 9 meses, aproximadamente. Por lo general, las plantas agredidas por el taladro, suelen sufrir ataques de hongos que, como consecuencia, ocasionan la descomposición de la madera.
La mejor forma de detectar la presencia de la plaga, es verificando si hay presencia de aserrín al pie del árbol, una vez que es el residuo ocasionado por el ataque del tigre en el interior de las ramas. Ya en plantas jóvenes, la incidencia del taladro puede ser detectada al observar una copa amarillenta.
La ocurrencia del taladro ocasiona pérdidas de producción, ya que deteriora las plantas adultas y mata las plantas jóvenes. Como la plaga se encuentra en el interior del vegetal, no puede ser combatida con insecticidas, por este motivo, debe adoptarse el manejo integrado de plagas.
Sin embargo, es posible controlar su incidencia, priorizando la conservación de la salud de las plantas. Otras acciones son evitar las heridas en los troncos y en las ramas, así como la erosión del suelo.
Oruga rabuda o Marandová de la yerba mate
La plaga Perigonia lusca suele aparecer con más frecuencia en los yerbales con poca ventilación y elevada densidad como respuesta a la adopción de plaguicidas y fertilizantes principalmente, los nitrogenados. Por lo general, los principales ataques de la oruga rabuda en virtud de un cuerno en la parte posterior ocurren en primavera y en verano.
La hembra pone huevos de manera aislada sobre los brotes terminales que, al desarrollarse, generan larvas alimentadas únicamente por las hojas de la planta. Esto ocurre de forma muy rápida necesitando apenas de 2 a 3 larvas para exterminar una planta de yerba mate. Incluso, cuando sufre un ataque intenso, es posible observar tallos desnudos.
La observación de la plaga es compleja, una vez que las larvas tienen colores similares a las hojas. Por lo tanto, el daño es perceptible únicamente cuando las ramas quedan al descubierto. Además, uno puede detectar su presencia al observar excrementos similares a los frutos al pie de la planta.
La plaga puede ser combatida con entomopatógenos naturales en una dosis de 200-250 gramos a cada 100 litros de agua. Para obtener buenos resultados, lo ideal es esperar que la larva alcance 2 centímetros de longitud.
Ácaros
A simple vista es muy difícil observar a los ácaros debido a su tamaño. Por lo general, estos arácnidos atacan en la fase de brotación, principalmente en los días frescos. El principal indicio de la presencia de la plaga es la verificación de brotes defoliados —aspecto similar a un brote quemado. Además, la lluvia, el viento, el hombre y los pájaros fomentan la diseminación del ácaro dentro de la planta.
Cuando se detecta la presencia de más de 12 ácaros por centímetros cúbicos de hoja, es hora de iniciar la aplicación de 100-150 mililitros de quinometionato o dicofol diluidos en 100 litros de agua.
Principalmente, se identifican dos tipos de ácaros, que son:
- Ácaro del Bronceado (Dichopelmus notus): no son visibles a simple vista y requieren de un aumento de 10X. Cuando su población crece, causan manchas violáceas similares a un bronceado en las hojas, provocan la caída de los brotes y afectan el crecimiento de la planta. Se controlan mediante la aplicación del insecticida acaricida Abamectina, el cual afecta al sistema nervioso de los insectos provocando su muerte.
- Ácaro rojo (Oligonychus yothersi): se reconocen a simple vista por ser de color rojizo. Producen una especie de seda o hilos para proteger sus colonias, que provoca un tostado en las hojas y en algunos casos desfloración por afectación a la actividad fotosíntetica. Se producen preferiblemente en periodos secos y calientes.
Para controlar esta plaga se recomienda el control cultural, natural y biológico. De ser necesario, también el control químico mediante el uso de abamectina, lambda cyalotrina, spirodiclofen, aceite mineral ligero, azadiractina o azufre elemental con las dosificaciones de la lista de plaguicidas autorizados.
Manejo Integrado de Plagas
la adopción del manejo integrado es una alternativa eficiente cuando se trata del control de plagas. Esta técnica combina medidas de manejo y agroquímicos, por lo tanto, planificar y desarrollar estrategias combinadas requiere un mayor grado de conocimiento y dedicación. En este sentido, se recomienda la implementación de las siguientes prácticas combinadas:
- Cosechar semillas saludables;
- cuidar las condiciones sanitarias del vivero asegurando que sea creado en un lugar alto y bajo las circunstancias adecuadas de luminosidad, humedad y temperatura;
- invertir en la prevención aplicando abonos orgánicos, protegiendo la integridad de los microorganismos típicos del suelo, usando las cubiertas verdes;
- implementar otros cultivos en conjunto con el de yerba mate, sin embargo, no deben competir, ya que la mayor parte de los predadores de las plagas utilizan a los cultivos acompañantes;
- disminuir la utilización de agrotóxicos, adoptándolos de manera criteriosa y consciente —bajos niveles de toxicidad y residualidad—;
- usar métodos de control alternativos como feromonas, atrayentes, esterilizantes, uso de trampas y juntado manual de los individuos adultos del taladro;
- no utilizar el fuego, pues destruye la materia orgánica presente en el suelo y afecta el esqueleto del vegetal;
- estar atento a los últimos descubrimientos acerca del tema e implementar las nuevas técnicas;
- evitar la compactación y la erosión del suelo;
- monitorear el cultivo de forma periódica.
Es posible realizar un buen control de plagas, no obstante, la calidad de las acciones depende del tipo de plaga, así como de las soluciones adoptadas por el productor.
Cosecha de yerba mate
La cosecha de la yerba mate consiste en la extracción de las hojas mediante la técnica de poda.
Poda de formación
Se realiza al segundo año de plantación con un corte del tallo principal a unos 50 a 60 cm del suelo. En este sentido, la mejor época para realizar este trabajo es el período comprendido entre abril y septiembre. Esto debido a que las hojas están maduras y la planta está en un receso vegetativo. En octubre y noviembre no es aconsejable, ya que la planta está en estado de brotación plena.
El objetivo de este tipo de formación es alterar el formato de las plantas, preparándolas, de esta manera, para las próximas cosechas. En definitiva, la poda de formación orienta el crecimiento de la planta, fomentando el brote de los tallos múltiples y vigorosos. Esto permite desarrollar una amplia copa y así, alcanzar un excelente nivel de brotaciones a alturas que posibiliten la cosecha manual.
Existen dos métodos para las podas de formación, las cuales se indican a continuación:
Sistemática con tijera o podadora mecánica
- Se realiza cuando las plantas han alcanzado el segundo o tercer año de vida a 40 centímetros de altura.
- Repaso manual, con el objeto de reducir el eje central en 15-20 centímetros por debajo de los 40 centímetros indicados anteriormente.
Manual u hortícola
- Se realiza el segundo o tercer año. Para tal fin, se quiebran las ramas superiores de forma manual y se cortan las de madera con 2 centímetro de diámetro y de ocho a 10 centímetros de altura;
- Se realizan al tercer o cuarto año. Se podan al ras de todas las ramas centrales y en 8 a 10 centímetros todas las laterales de madera. Las ramas verdes se proceden a quebrar a mano, es recomendable su ejecución en otoño-invierno;
- Se realizan el cuarto o quinto año mediante la poda y viruteo de la parte inferior a fin de definir la estructura de la planta en la época de otoño-invierno.
Cosecha mejorada
Mantiene a la planta vigorosa y con buenas brotaciones, considerándose la más recomendada. Garantiza así rendimientos estables y la longevidad de la planta.
Básicamente, consiste en cortar o seleccionar equilibradamente las ramas maduras para la cosecha hasta en un 80%, de forma que la planta se recupere más rápido.
Una vez que se inician las cosechas comerciales se puede llevar a cabo la cosecha mejorada. Ahora bien, el corte no deberá ser realizado sobre ramas finas y verdes para evitar una escasa producción de hojas.
Cuidados después de la cosecha
A continuación, te presentamos algunos consejos para el manejo de la hoja cosechada:
- Con el fin de evitar la contaminación, las hojas cortadas se deben poner inmediatamente sobre las ponchadas limpias.
- Si las hojas no se trasladan de inmediato, se deben mantener en la sombra o cubrirse adecuadamente.
- La higiene de y salud de los operarios es indispensable en la manipulación de las hojas, ya que deberán mantenerse inocuas.
Utiliza fitosanitarios autorizados por SENASA
La yerba mate es un alimento, por lo tanto, es imprescindible mantener un cuidado permanente con la calidad del cultivo. Muchas veces, la búsqueda por soluciones rápidas ocasiona que los productores acepten integrar a su control de plagas e instancias de fertilizaciones, productos fitosanitarios sin autorización de los órganos reguladores de la actividad.
Bajo este contexto, los daños a la producción, ya sea por su toxicidad o por un mal uso pueden ser irreversibles e incluso, pueden afectar directamente la salud de los consumidores de mate.
Por ello, es fundamental que antes de comprar cualquier producto verifiques su origen y si cuenta con la autorización del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, SENASA en Argentina.
¡Esto es todo!
Como ves, el cultivo de yerba mate es esencial para el desarrollo económico. No solo activa buena parte del mercado internacional yerbatero, sino que también proporciona trabajo a muchas familias.
Ahora que conoces los principales secretos de la producción de esta planta, verifica si tu plantación cuenta con los requisitos necesarios para aportar los mejores resultados tanto en lo que se refiere al rendimiento como en términos de calidad.
¿Te ha gustado nuestro contenido? Deja tu opinión en un comentario.