Invernadero agrícola: todo lo que necesitas saber
Un invernadero agrícola es un espacio cerrado y estático, pero a la vez accesible a pie, que tiene como destino el cultivo de hortalizas y verduras, principalmente, como jitomate, fresa, pepino, lechuga, brócoli y fresa, entre muchas otras.
Las características de los invernaderos permiten proteger los cultivos de condiciones adversas en diferentes épocas del año y, en general, propician las condiciones necesarias para un desarrollo saludable.
En concreto, esta separación entre el cultivo y el ambiente externo sirve como protección ante fuertes lluvias y vientos, animales, plagas y enfermedades. También, facilita el control de temperaturas en las plantas y da la cantidad de luz requerida para su satisfactorio desarrollo.
Pero el invernadero agrícola es mucho más que una simple barrera entre el cultivo y el entorno, puesto que cuenta con diferentes elementos y mecanismos que evidencian su estrecha relación con la tecnología y la modernización de los agronegocios.
Precisamente, sobre esto hablaremos en las próximas líneas.
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El invernadero agrícola y la tecnología
El invernadero agrícola es un recurso moderno, pues su utilización empezó a propagarse a mediados siglo XX, y cuenta con diferentes sistemas tecnológicos que lo convierten en una excelente opción para los agronegocios del siglo XXI.
Algunos de esos sistemas son:
Sistemas de fertilización y riego automáticos
Estos sistemas son dirigidos por un controlador automático electrónico y cuentan con juego de inyectores, diferentes instrumentos de medición y, en algunos casos, unidades de bombeo.
Una de las ventajas de estos mecanismos es que pueden ser configurados —especialmente en las tareas de riego— de acuerdo a las necesidades y el tamaño de cada cultivo.
Incluso, es posible determinar el número de válvulas que operarán y regular los litros de fertilizantes y agua por hora.
Eso sí, aunque esto es sinónimo de flexibilización y practicidad, es importante que exista supervisión humana y control continuo de los sistemas de fertilización automáticos del invernadero agrícola.
Para que sea posible la supervisión de los sistemas de fertilización automáticos, estos cuentan con un tablero central en el que es posible iniciar el riesgo y verificar su funcionamiento, así como con señales de amperaje y otros indicadores.
Instalaciones de calefacción y refrigeración
La climatización es uno de los elementos centrales de un invernadero agrícola, y de él depende la viabilidad de la producción.
Los sistemas de calefacción y refrigeración que incluyen estas instalaciones, permiten contar con un rango óptimo de humedad relativa, luz, temperatura y, por supuesto, CO2.
En el caso de la calefacción, se transmite por medio de sistemas de conducción, infiltración y radiación. También puede producirse por medio de la circulación de agua caliente.
En tanto, la intensidad de la iluminación depende de factores como la transparencia de la cubierta, la malla de sombreo y la orientación del invernadero en sí —el sombreo, al igual que la evaporación de agua, es clave para la refrigeración.
Además de estos dos sistemas, en el futuro se espera la propagación del uso de más recursos tecnológicos en los invernaderos agrícolas que, si bien ya son aplicados por algunos agronegocios, aún no abarcan la mayoría del mercado.
Por ejemplo, el Big Data —o análisis de datos masivos— y la inteligencia artificial emergen como grandes opciones para controlar de manera optimizada y automática los sistemas de producción. A su vez, los sistemas productivos en un invernadero agrícola pueden ser mejorados y ajustados por medio del Internet de las Cosas (IoT).
Los modelos de cultivos 3D y la Dinámica de Fluidos Computacional (CFD) también podrían convertirse prácticas constantes en el futuro cercano.
Ventajas del invernadero agrícola
Como te podrás imaginar, el uso de este tipo de espacios, que se aprovechan tanto de los avances tecnológicos, puede traer muchos beneficios. A continuación, te compartiremos algunos de ellos.
Aumento de la producción
Como ya sabes, un invernadero agrícola cuanta con instalaciones de climatización y representa una protección segura ante las adversidades del entorno.
Esto no solo nos permite disfrutar de un desarrollo adecuado de los cultivos, sino que brinda la posibilidad de producir en cualquier época del año.
Gracias al efectivo aislamiento con el exterior, no es necesario esperar meses hasta la llegada de la estación ideal para un determinado cultivo.
Menor riesgo
El control de pérdidas es fundamental para impulsar la rentabilidad de un agronegocio y permitir que este perdure en el tiempo y resista múltiples desafíos que plantea el entorno y los mercados.
El aislamiento de los cultivos brinda la posibilidad de reducir el impacto de los cambios climáticos bruscos y la impredecibilidad de los diferentes fenómenos naturales. Además, como mencionamos anteriormente, el invernadero agrícola se ha convertido en una alternativa confiable para la protección contra plagas, animales y enfermedades.
Optimización de recursos
El uso del invernadero agrícola es una técnica de cultivo que está asociada con el ahorro de fertilizantes y agua. Esto se debe a que es posible dotar a las platas de las cantidades justas y necesarias para las diferentes etapas de su desarrollo.
Dicho de otra forma, los sistemas de riesgo de invernadero suelen garantizar aplicaciones más uniformes y profundas que las existentes en campo abierto.
Flexibilidad
Muchos de los aspectos que hemos mencionado hasta ahora demuestran lo flexible que puede ser la gestión de cultivos gracias al invernadero agrícola.
La posibilidad de programar tareas y automatizar labores fundamentales ayuda a optimizar esfuerzos y reduce de manera significativa la carga de trabajo.
¡Y eso es todo! Si leíste hasta aquí, entonces ya sabes cuáles son las características principales del invernadero agrícola, su relación con la tecnología y la modernización y las ventajas que les brinda a los agronegocios.
Si bien esta alternativa es muy útil, también se puede alcanzar un rendimiento óptimo con los métodos de desarrollo de cultivos en espacios abiertos, siempre y cuando cuentes con los recursos técnicos y las maquinarias adecuadas.
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