El ABC de los cultivos en México
Los cultivos en México no solo tienen una gran relevancia económica, sino que también son un factor histórico y cultural de nuestra sociedad.
Nuestro territorio fue una de las grandes cunas de la agricultura en la región de Mesoamérica. Pueblos originarios como los mayas, los olmecas y los aztecas hicieron de la agricultura la base económica y alimenticia de sus civilizaciones.
Maíz, frijoles, chiles, tomates, aguacates e, incluso, cacao… Estas y otras especies fueron domesticadas hace varios siglos en la región, y a lo largo de la historia han sido fuente de empleo, ingresos e intercambios económicos.
Con el Tratado de Libre Comercio del Norte y la incorporación de nuevas tecnologías, la industria inició un periodo de crecimiento sustancial en México a partir de mediados del siglo XX, que lo convierte hoy en una potencia agrícola y en uno de los mercados alimentarios más grandes.
Luego de esta breve reseña histórica, nos gustaría mostrarte cuáles son los principales cultivos en México, qué papel juega el país en el mercado mundial y otros puntos de interés.
¡Quédate hasta el final!
Superficie agrícola en México
En 2019, la superficie explotada por el giro agrícola superó los 20.5 millones de hectáreas a lo largo del territorio nacional.
De esta superficie, alrededor del 95% brindó cosechas, lo cual es igual a unas 19.4 millones de hectáreas aprovechadas.
Este nivel de explotación le permitió a México alcanzar los 675 mil millones de pesos mexicanos en valor de cultivos agrícolas.
Entre los estados más importantes de la industria, gracias a su productividad, están Michoacán, Sinaloa, Chiapas, Sonora, Veracruz, Jalisco, México y Guanajuato.
En general, el sector agroalimentario emplea casi a 7 millones de personas, y buena parte de estas trabajan directamente en el campo.
Principales cultivos en México
México es territorio fértil. En nuestro país se producen hortalizas, frutas, vegetales, semillas, granos y demás.
Entre esta amplia variedad de cultivos, algunos de los más importantes – de acuerdo a su aporte económico y producción – son los siguientes:
Aguacate
A nivel mundial, nuestro país es el máximo productor de aguacate, con un promedio de cosecha anual de más de 1.5 mil toneladas.
Los ingresos percibidos por la exportación de aguacate superan los 1.6 mil millones de dólares estadounidenses.
Tomate
Este es un ingrediente que no puede faltar en la cocina de los mexicanos, por lo cual existen una enorme demanda interna, que es suplida cómodamente con una producción promedio anual de más de 2.8 mil toneladas.
Además de satisfacer el mercado nacional, México es uno de los grandes exportadores de aguacate, obteniendo anualmente unos USD$ 1.3 mil millones derivados de la comercialización internacional.
Sorgo
El valor del cultivo de sorgo en México está tasado en unos MXN$ 20 mil millones. La gran mayoría de la producción, equivalente a 6 millones de toneladas anuales, va destinada al mercado interno.
Esto se debe a que es el ingrediente principal para la producción de alimentos balanceados del sector pecuario.
Chile verde
Con más de 2.7 mil toneladas de cosecha anual e ingresos equivalentes a unos USD$ 560 millones, derivados de la exportación, el chile verde es otro de los cultivos en México que destaca por su aporte económico.
Fresas
México produce de forma anual unas 459 mil toneladas de fresas. Parte de esta cosecha se destina a la exportación, generando ingresos que superan los USD$ 450 millones.
Limón
Entre los cítricos, el limón es el más producido y comercializado de la industria agrícola mexicana.
En los últimos años, el promedio de producción de esta fruta ha sido de unas 2.2 mil toneladas, a la vez que aporta USD$ 373 millones a raíz de las exportaciones.
Frijol
Claros, negros, pintos… Más de 70 variedades de frijol se cultivan en México. En conjunto, representan una cosecha anual de casi 1 millón de toneladas.
Caña de azúcar
La producción del cultivo de caña de azúcar está sobre los 50 millones de toneladas anuales. Jalisco y Veracruz concentran poco más de la mitad de las cosechas.
Maíz
Con 27.2 millones de toneladas métricas de producción anual, aproximadamente, el cultivo de maíz es una de las fortalezas de la agricultura mexicana.
Además de lo mencionado, el cultivo de melón, cebolla, mango, pepino y bróculi, entre otras especies, también ofrece una cosecha abundante cada año.
El papel de México en el mercado global alimentario
La gran producción agrícola, como ya sabes, le permite a México exportar múltiples alimentos a distintos países.
En total, los alimentos con el sello de “Hecho en México” llegan a 160 países, teniendo a Estados Unidos como el principal mercado destinos.
En el plano agroalimentario, México se consolidó en 2019 como uno de los 10 grandes exportadores a nivel global, solo superado por superpotencias como EE. UU y China.
El futuro de la agricultura en México
Lo mencionado hasta ahora evidencia la importancia de la agricultura para México, más allá de la seguridad alimentaria. No olvides que también es un pilar de la economía y el empleo, que además es fruto de un gran legado cultural e histórico.
En el futuro, como está sucediendo en muchos otros grandes mercados agrícolas, el campo mexicano tiene el reto de equilibrar las demandas de mayor productividad con conciencia y enfoque ambiental, pues solo de esta manera la industria será sustentable y viable al largo plazo.
Migrar definitivamente hacia la agricultura de precisión, darles prioridad a productos orgánicos y utilizar fuentes de energía amigables con el medio ambiente son algunos de los objetivos que marcan el futuro de la industria en México.
¡Y listo! Ya conoces todo lo necesario acerca de los cultivos en México y su importancia para la economía, el trabajo y la sociedad en general.
No cabe duda de que nuestro país es suelo fértil, y los agronegocios deben aprovecharlo, diversificándose y empleando acciones que les permiten incrementar los niveles de productividad.
Recuerda desarrollar tus ciclos de producción basándote en los principios de la agricultura contemporánea, que apuntan a la gestión basada en el conocimiento, la precisión y, en general, el uso de tecnologías de punta.
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