cultivo de fresa

5 consejos claves para el cultivo de fresa

La diversidad del campo mexicano es amplia y basta, sus suelos, climas y ecosistemas son variados y eso hace al país un territorio con características idóneas para cultivar una pluralidad de productos. Hoy hablaremos específicamente del cultivo de fresas.

La fresa o frutilla es un cultivo que se adapta a muchos tipos de clima, lo cual hace de su producción una muy fructífera si está bien llevada a cabo. De hecho, esta planta es muy resistente al frío como al calor, aunque su temperatura ideal es la templada.

Sin embargo, teniendo ciertos recaudos y cuidados es posible tener frutillas extraordinarias y por eso es que hoy te daremos 5 consejos claves para el cultivo de fresa.

¡Allá vamos!

1. Prioriza suelos arenosos y evita la salinidad

Los suelos ideales para el cultivo de fresas son aquellos que son arenosos, es decir, aquellos que tienen una textura granular. Para esto, es bueno también tener en mente la época correcta del año, en México la época de frutillas suele darse entre los meses de febrero, marzo y abril.

Sin embargo, las fresas se adaptan bastante bien a otro tipo de suelos, es por eso que las siguientes características deben ser tenidas en cuenta:

  • Evitar un suelo con salinidad alta
  • Rondar niveles de PH entre 6 y 7
  • Asegurar un suelo nivelado y húmedo más no exageradamente.

Por otro lado, es elemental controlar el crecimiento de malezas dentro del campo. Para eso es bueno arar la tierra continuamente. Además, la preparación del suelo con base en la utilización de fertilizantes y abonos debe ser proporcional a las dimensiones del terreno. Algunos fertilizantes comunes que pueden ser utilizados son:

  • Estiércol seco
  • Fertilizantes con sulfato de calcio
  • Fertilizantes con óxido de magnesio.

Los fertilizantes pueden aplicarse a través de pulverización o con una mochila aspersora y esta debe ser hecha aproximadamente entre 15 y 20 días antes del proceso de aparición de los vástagos en tierra.

2. Variedad de fresas y tipo de cosecha de acuerdo a objetivos

Debes elegir la variedad que más se adapte a tus necesidades, metas, deseos y objetivos. En cuanto a frutillas, existen dos tipos básicos de variedades: la cosecha temprana y la cosecha perpetua.

La cosecha temprana es ideal para, por ejemplo, hacer conservas ya que su producción, así como es más rápida, también es más grande. Sin embargo, si deseas disfrutar de tus fresas por un lapso de tiempo prolongado, la cosecha perpetua será la indicada.

De todos modos, lo más recomendable es tener una de cada una para poder ir intercalando entre sus distintos tiempos de producción.

3. Asegúrate de que los frutos queden en estructuras colgantes

Existen varias formas de cultivar fresas y el truco está en encontrar la manera adecuada para ti, tu tierra, objetivos y posibilidades. Sin embargo, las distintas variables tienen algo en común: los frutos deben quedar en estructuras colgantes y no deben tocar el suelo.

De esta manera protegerás tus fresas del ataque de insectos y, además, evitarás que estas se pudran al estar en contacto con las salpicaduras de barro restante de lluvias.

Por otro lado, las plantas deben tener una distancia media entre ellas, lo cual facilitará el proceso de recolección y evitará que durante este se dañen las plantas aledañas.

4. Poda intensiva partiendo de las guías

Para que tus cultivos crezcan sanos y fuertes, es importante tener en cuenta un correcto proceso de poda. De hecho, la función de esta práctica se basa en la remoción de las ramas y hojas dañadas de una planta para ayudarla con su correcto crecimiento.

En cuanto a la poda de fresas, estas son plantas que producen frutos rápidamente y a medida que crecen van formando guías que luego formarán más plantas. Si estas se mantienen bajo control, los resultados serán mejores, ya que la producción irá en aumento.

Además de podar las guías para fomentar el crecimiento de la planta como paso inicial, corta los dos primeros racimos florales cada vez que se formen y elimina las yemas del primer año de desarrollo.

Por supuesto, elimina de forma inmediata todas las hojas que notes que estén secas.

5. Riego continuo tanto en la siembra como en la aparición de frutas

Las fresas son plantas que necesitan aproximadamente 2 cm de agua por semana. Por otro lado, los dos momentos más importantes de riego son durante la siembra y cuando comienzan a aparecer las frutas.

En primer lugar, en el momento de la siembra, las raíces aún no están del todo desarrolladas y por eso todavía no tienen muchas raíces pequeñas, fibrosas y laterales que puedan absorber agua y nutrientes de manera completa. Esto puede llevarlas a estresarse y secarse y por eso necesitan un suministro de agua constante.

En segundo lugar, en el momento del nacimiento de los frutos, esta constancia debe seguir presente, ya que las fresas, en realidad, están llenas de agua si se encuentran realmente sanas.

Sin embargo, también es importante no abusar del riego, ya que si el terreno se convierte en uno demasiado húmedo podría desarrollarse podredumbre y muerte de la raíz.

En resumen, para poder aprovechar la diversidad de los campos mexicanos en la siembra de fresas, solo debes prestar atención a estos consejos y lograrás que tus frutillas crezcan sanas y fuertes.

Con un buen cuidado del suelo, una buena variedad de fresa, un correcto cultivo, poda y riego, tendrás los frutos más deliciosos, bastos y dulces que puedas imaginar. ¿Qué estás esperando para trabajar tu tierra?

Si te gustó nuestro artículo y quieres saber más sobre los distintos cultivos, te invitamos a leer este otro sobre el uso de un invernadero agrícola para sumar a tus opciones agricultoras. De hecho ¡Es también ideal para fresas!

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